«Picún Leufú, organizarse es la clave»

Toda sociedad que pretenda funcionar como tal deberá estar organizada a fin de lograr la felicidad de todo el conjunto de los individuos que la integran. Cuando no ocurre esto, el balance natural de la misma se inclina hacia algún extremo y trae como consecuencia la dicha para algunos y desdichas para otros. Dependiendo el lado en que nos encontremos, la suerte estará a nuestro favor o no.

Es necesario el sentido común ante todo y el diálogo constante de las fuerzas políticas, cosa que no se da en la actualidad, atento el egoísmo del gobernante, la soberbia y las ambiciones personales. El analfabetismo colectivo y la ignorancia a la ley juegan papeles importantes y decisivos en la comunidad toda, que no sale a reclamar sus derechos en tiempo y forma. Una golondrina no hace verano en algunos casos.

Tristeza es el sentimiento que embarga a quien vuelve a Picún; desgano tienen casi todos los habitantes que no divisan un horizonte prometedor de ¿cambio positivo?, ¡esperanza!

Qué esperanza pueden tener, si a diario al abrir la canilla de agua potable no tienen la certeza de su potabilidad. De calles que te embarran los pies cuando llueve, de montones de basuras que ya son parte habitual del paisaje urbano, de plazas con juegos rotos, de familias sin trabajo que han vendido su dignidad por un plan social a fin de llevar el pan a la mesa de sus hijos, de empleados despedidos por levantar la cabeza para defender un derecho, por mercaderes que enferman la salud de sus hijos, por estudiantes que escapan a capacitarse sin becas, sin residencia universitaria, sin seguridad para sus vidas como le pasó a Sergio, por agricultores que ven perderse sus cosechas por falta de políticas, por abuelos amontonados como trapos viejos, por familias que no tienen acceso a un terreno con servicios y menos a una vivienda digna, sin médicos, ni medicinas.

A capa y espada se lucha desde las escuelas e instituciones sin recursos, o con los mínimos, contra la política del aparato municipal de la migaja, comprando dignidades y voluntades. ¿Qué le puedo decir al pueblo, a mi pueblo sordo, ciego y mudo?

Alejandro Barros

DNI 21.381.022 – Picún Leufú


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