Piden 16 años para acusado de matar a su vecina

El imputado dijo que se le escapó el tiro en un forcejeo.

Toncek Arko

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fiscal de Cámara Carlos López descartó la agravante de la alevosía pero igualmente pidió ayer que condenen a Boris Velázquez Velázquez (33) por el homicidio de su vecina Silvia Jiménez (42). Encuadró el hecho como un caso de “venganza privada” y solicitó a los jueces de la Cámara Primera del Crimen de Bariloche que le impongan una pena de 16 años de prisión. La defensora particular Silvia Frank criticó la credibilidad de algunos testimonios escuchados en el juicio, recordó que en la casa de la víctima hallaron vainas de otro calibre y una granada de gas lacrimógeno, y alegó que se trató de un desgraciado accidente que ocurrió durante el forcejeo por la posesión del arma. De acuerdo con lo que sostuvo la acusación, el hecho se produjo a las 23 del 3 de julio de 2011 en una vivienda del barrio Nahuel Hué, cuando el acusado presuntamente irrumpió de modo violento en la casa de la víctima. En un principio su ingreso fue repelido por un hijo de Jiménez, pero el sospechoso habría vuelto a ingresar armado con una escopeta, violentando la puerta que estaba trabada por dentro y asegurada con un sillón. La mujer se encontraba desarmada y acompañada por una hija y su nieta, dado que el hijo varón había salido por una ventana para pedir auxilio. Siempre según la imputación, Velázquez Velázquez le habría disparado directamente al rostro luego de apuntarle con la escopeta de dos caños y de anunciarle que la mataría, y pese a no encontrar obstáculo defensivo y a tener a la víctima “a su merced”. Los proyectiles del cartucho le produjeron a la mujer la destrucción del cerebro y la fractura de todos los huesos del cráneo, y le ocasionaron la muerte en forma casi inmediata. Los primeros policías que llegaron a la escena del crimen intentaron transportarla al hospital en un patrullero y en el camino la pasaron a la ambulancia que llegaba para asistirla, pero la mujer murió durante el trayecto. La hija de la víctima y su pequeña nieta de 2 años fueron testigos del crimen, pero para procesar al acusado y elevar la causa a juicio, el juez de instrucción valoró el informe de los expertos de Criminalística, quienes hallaron perdigones incrustrados en el marco de la puerta del baño, a una altura de 1,56 metros del suelo, y restos del cartucho explosionado y de piezas dentarias de la víctima. En su descargo, Velázquez dijo que los hijos de su vecina y “su junta” siempre le robaban, que en ese barrio hay códigos que obligan a desechar la denuncia policial, y que aquella noche, al llegar a su casa, sorprendió a uno de ellos saltando el alambre que divide ambos terrenos. Agregó que fue a buscarlo “para reventarlo a palos”, que prendió fuego en una esquina de la casa para obligarlo a salir, y que cuando empujó la puerta el joven lo recibió con un arma larga. Aseguró además que el disparo que le destrozó la cabeza a su vecina se produjo cuando forcejeaba con el muchacho por la posesión de la escopeta, pero luego una testigo presencial, hija de la víctima, aseguró que Velázquez entró portando el arma y antes de dispararle a su madre anunció que la mataría. Tanto la joven como su hermano Ezequiel declararon que Velázquez ingresó a la vivienda en dos oportunidades, y que no creyeron que tenía intenciones de disparar contra nadie.


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