Piden cuatro meses en suspenso
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un comerciante acusó a su único empleado de haberse quedado con parte de la recaudación de un locutorio mientras estuvo de vacaciones, y en base a las evidencias y testimonios aportados a la causa, el fiscal sostuvo los cargos de estafa por retención indebida y pidió que le impongan cuatro meses de prisión en suspenso. El defensor del empleado alegó que en esta causa se pretendía solicitar “la prueba diabólica, al pedir que el acusado probara su inocencia”, y solicitó al tribunal de la Cámara Segunda del Crimen que lo absolviera. Los hechos debatidos ayer habrían ocurrido entre el 12 y el 23 de febrero de 2003, mientras los propietarios de un locutorio y agencia de quiniela de la calle Onelli estaban de vacaciones y su empleado quedó a cargo. Los denunciantes declararon que al regresar quisieron que su empleado realizara una liquidación de los ingresos y egresos por los distintos rubros que explotaban, y que el imputado, Facundo González, sólo les entregó 1.002 pesos en lugar de los 8.356 pesos que debía rendir. El acusado se prestó a la indagatoria y declaró que sospechaba que lo habían denunciado para poder despedirlo, y que habían querido entregarle 400 pesos.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un comerciante acusó a su único empleado de haberse quedado con parte de la recaudación de un locutorio mientras estuvo de vacaciones, y en base a las evidencias y testimonios aportados a la causa, el fiscal sostuvo los cargos de estafa por retención indebida y pidió que le impongan cuatro meses de prisión en suspenso. El defensor del empleado alegó que en esta causa se pretendía solicitar “la prueba diabólica, al pedir que el acusado probara su inocencia”, y solicitó al tribunal de la Cámara Segunda del Crimen que lo absolviera. Los hechos debatidos ayer habrían ocurrido entre el 12 y el 23 de febrero de 2003, mientras los propietarios de un locutorio y agencia de quiniela de la calle Onelli estaban de vacaciones y su empleado quedó a cargo. Los denunciantes declararon que al regresar quisieron que su empleado realizara una liquidación de los ingresos y egresos por los distintos rubros que explotaban, y que el imputado, Facundo González, sólo les entregó 1.002 pesos en lugar de los 8.356 pesos que debía rendir. El acusado se prestó a la indagatoria y declaró que sospechaba que lo habían denunciado para poder despedirlo, y que habían querido entregarle 400 pesos.
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