Piden separar a los policías que hirieron al menor 27-12-03
El reclamo lo hacen familiares del chico de cuatro años que recibió cinco impactos de bala de goma disparadas cuando la policía intentaba detener al padre del menor.
NEUQUEN (AN)- La familia de Nicolás Mardones, el chico que fue herido en el rostro con perdigones de balas de goma en un procedimiento policial realizado anteayer, reclamó la separación de la fuerza de los efectivos involucrados en el hecho. «La policía debe protegernos, no reprimirnos. Por eso queremos que se investigue a fondo para que sean sancionados y separados los policías que participaron», afirmó Aladino Mardones, abuelo del chico de cuatro años.
Ayer al mediodía su nieto fue dado de alta del hospital Castro Rendón donde ingresó el 25 a las 9. Según los certificados de los profesionales que lo atendieron, recibió cinco impactos de perdigones de balas de goma. Cuatro le dañaron el rostro y el restante el brazo izquierdo.
Los efectivos que le habrían producido las heridas trabajan en la comisaría 21, ubicada en el barrio Melipal. El subsecretario de Seguridad, Omar Raimondo, afirmó ayer que la jefatura policial comenzó una investigación interna para establecer la responsabilidad de cada uno en el hecho.
«El chico se salvó de milagro, fue una tragedia con suerte y nada justifica la forma en que actuaron los policías», sostuvo el abuelo del chico en diálogo con «Río Negro». Por este motivo el mismo día radicó la denuncia ante la fiscalía General.
Las circunstancias en las que Nicolás resultó herido no están claras. La justicia, al igual que el departamento de Delitos Internos de la Policía, iniciaron las investigaciones para tratar de establecerlas.
Según relató Claudia, la madre de chico y de 22 años, todo se inició por una discusión que mantuvo su marido (Mario Cárdenas, 23 años) con un vecino minutos después de las 7 del pasado 25, en el sector 64 viviendas de Melipal. «Estaban discutiendo, alguien llamó a la policía y cuando llegó empezaron a perseguir a mi marido», señaló. «El se metió en la casa y se quedó atrás de la puerta -no tiene cerradura- para que no entren».
En ese momento Claudia tomó a Nicolás y a sus dos hermanos menores que dormían y los colocó detrás de la heladera. «Empezaron a disparar porque mi marido n salía y cuando me di vuelta para ver a los chicos Nicolás estaba con la cara llena de sangre», aseguró.
Los uniformados ingresaron a la vivienda y se llevaron detenido al padre de los chicos, que hasta ayer al mediodía no había sido liberado. Pero un grupo de vecinos advirtió el estado en que estaba el menor y comenzó a agredir a los efectivos. «Eran cinco y andaban en dos móviles», precisó la madre de menor.
Por otra parte destacó que no recibió ningún tipo de atención. «Mi hijo estaba cubierto de sangre y no me quisieron llevar al hospital. Tuve que pedirle a un vecino que me acercó en moto para que lo atendieran en el Heller», relató Claudia. Horas después fue trasladado desde este nosocomio hasta el Castro Rendón.
Según la información suministrada por la policía, los efectivos fueron agredidos cuando llegaron al lugar donde discutían los dos hombres. Y uno de ellos lesionó a dos uniformados con un arma blanca. Esto fue desmentido por la madre del menor.
Raimondo destacó, en declaraciones a la radio LU5, que el departamento de Delitos Internos inició la investigación «para tratar de establecer el origen del hecho, además del accionar de los policías».
NEUQUEN (AN)- La familia de Nicolás Mardones, el chico que fue herido en el rostro con perdigones de balas de goma en un procedimiento policial realizado anteayer, reclamó la separación de la fuerza de los efectivos involucrados en el hecho. "La policía debe protegernos, no reprimirnos. Por eso queremos que se investigue a fondo para que sean sancionados y separados los policías que participaron", afirmó Aladino Mardones, abuelo del chico de cuatro años.
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