Pidieron la reautopsia de un joven que apareció ahorcado

NEUQUEN (AN)- Los familiares de Gastón Silva, cuyo cadáver apareció colgando de un árbol en el barrio Don Bosco II, pidieron su exhumación para una segunda autopsia. «Mi hijo no se suicidó, lo mataron», remarcó su padre, Luis Silva.

La familia de Gastón abriga la misma sospecha desde el 6 de marzo pasado, cuando apareció muerto. Es que días antes el joven y otros ladrones habían entrado a robar a la casa de un vecino que es policía, quien los habría amenazado de muerte.

«Nos están engañando, están tapando todo», protestó Luis Silva. «Y la policía nos dijo que no nos metamos con las organizaciones de derechos humanos y cuando hicimos marchas pidiendo justicia, intimidaron a los vecinos que participaron».

El padre de Gastón afirmó que en la justicia «nos envolvieron como a un paquete de café» cuando fue a reclamar que se investigue la muerte de su hijo. Y enumeró los detalles de la autopsia que a su juicio son irregulares: «el informe dice que medía 1,60 y el chico medía 1,80; dice piel blanca y era morocho; se habla de un papel en sus bolsillos con una amenaza y nadie lo confirma; lo mismo de las manos atadas a la espalda; días antes de su muerte lo habían golpeado y en la autopsia no vieron los rastros de esos golpes».

En definitiva, el hombre reclamó: «quiero que hagan otra autopsia y con otro médico forense. No confío en nadie».

Los familiares dijeron que Gastón «era un chico muy reservado, no contaba sus cosas, pero esos días andaba muy asustado». Revelaron que «quería conseguir un arma porque decía que «son ellos o yo». Quiere decir que estaba amenazado, y si buscaba un arma para defenderse, es porque no pensaba en suicidarse».

Luis Silva agregó que «nadie tenía derecho a matarlo, por más chorro que sea. Y no tienen que andar amenazando a la gente que participa en las marchas. ¿Estamos en democracia o con los militares?».