Piensan desalojar a los ocupantes de una plaza

Se trata de 21 familias que desde hace 13 años se instalaron en un espacio verde de Cumelén.

NEUQUEN (AN).- Las 21 familias que ocupan una plaza del barrio Cumelén podrían ser desalojadas después de 13 años de vivir en el predio. El Ejecutivo municipal pidió a la justicia que revalide una antigua sentencia que ordena la restitución del espacio verde que un grupo de vecinos nunca dejó de reclamar.

El conflicto recrudeció el lunes luego de una inspección municipal que fue rechazada por los intrusos. Según María Elena Posse, una ocupante, «el inspector nos dijo que si no nos vamos, nos pasan las topadoras encima».

La versión fue negada tajantemente por el subsecretario Carlos Di Camillo, que tiene a su cargo la tarea de regularizar las tierras públicas. Aseguró que la presencia de los inspectores daba cuenta de actas de infracción a los ocupantes por las construcciones clandestinas.

No obstante anticipó que su cartera se encuentra revalidando el procedimiento judicial dictado en 1990. «Estamos dispuestos a gestionar todos los elementos legales que nos permitan estar en condiciones de recuperar este predio para su uso original», sentenció el funcionario.

A partir de entonces, agregó, «veremos qué negociamos con la gente que quiere quedarse y con el barrio que quiere recuperar la plaza. Pero no debe quedar ninguna duda de que el cambio de destino por vía de la usurpación tiene que tener un castigo ejemplificador».

Ya en noviembre del año pasado las 21 familias ocupantes pidieron la tutela de la Defensoría del Pueblo, que luego de 9 páginas de análisis requirió a los concejales que arbitren «los medios necesarios» para obtener una solución «teniendo en cuenta especialmente el tiempo transcurrido» desde el inicio del conflicto.

En 1998 los intrusos habían pedido lo mismo al Deliberante, pero la mediación fracasó estrepitosamente porque un grupo de vecinos de Cumelén exigió el cumplimiento de la sentencia.

Para Di Camillo «no se puede convalidar una ocupación porque simplemente pasó el tiempo». Tiene la impresión de que en este tema hay «una sensibilidad muy especial, que no tuviéramos derecho de hacer valer los derechos de la comunidad. Esto parece un mundo al revés: un usurpador se apropia de una plaza y pide a la Defensoría que lo proteja». Acto seguido mencionó que su cartera impulsa procedimientos similares con otras ocupaciones, de ricos y de pobres.

La ocupación data de 1987 «por sugerencia de un político de aquel tiempo que estaba en campaña», recordó Posse. Vive de una pensión y hace trabajitos de costura y de tejidos para aumentar sus ingresos. Dice estar acongojada porque la mayoría de las familias tienen chicos, que se criaron en el barrio.

Posse comentó que ella como las otras 20 familias piden que les vendan el predio a valor fiscal. Hace dos años el grupo ofertó cuotas fijas de 50 pesos durante 10 años. En opinión de Posse no haría falta restituir la plaza al barrio porque Cumelén «ya tiene dos».

Se quejó amargamente por las promesas incumplidas de las administraciones que en la última década garantizaron el título de propiedad que no llegó.

Los orígenes del conflicto

NEUQUEN (AN).- En 1990 la justicia hizo lugar a un recurso de amparo presentado por un grupo de vecinos con el propósito de recuperar la plaza para Cumelén.

El fallo emplazó al entonces gobierno municipal de Herminio Balda a instrumentar el desalojo en un plazo de 15 días. Nunca lo cumplió. Tampoco fue acatado por los ex intendentes Derlis Kloosterman y Luis Jalil. La inacción municipal contribuyó a que la plaza se consolide como un sector residencial de casas -algunas de dos plantas- con bellos jardines.

La cesión del polémico lote como espacio verde es anterior: se concretó el 6 de abril de 1987, durante la ex intendencia de Jorge Sobisch, que reafirmó el acto mediante el decreto número 505 de ese año. La comuna lo recibió en compensación por un loteo de la empresa Seleme Calanni, pese a que por esa época el predio ya había sido tomado por los ocupantes ilegales.

La explosiva expansión de la capital está relacionada con la ocupación de tierras fiscales que el subsecretario Carlos Di Camillo está empeñado en sanear. Otras ocupaciones son las de valiosos terrenos de la calle Salta, en el ingreso a Neuquén desde Centenario; la ocupación de varias hectáreas en la meseta por la peña ciclística y la planteada por el barrio privado Club de Campo.


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