Piglia y el cine, una relación intensa y muy creativa

Ricardo Piglia mantuvo una continua relación con el lenguaje del cine y la televisión, como guionista en “La sonámbula, recuerdos del futuro” y la serie “Los siete locos”; o al frente de “Borges por Piglia”, sin olvidar el impacto de su novela “Plata Quemada” que inspiró el multipremiado film estrenado en 2000, que dirigió Marcelo Piñeyro y protagonizaron Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri y el español Eduardo Noriega, y que versiona el caso real de un asalto a un banco en San Fernando en 1965.

En 1996 Piglia debutó como guionista con la película “Corazón iluminado”, de Héctor Babenco; en 1998 incursionó en la ciencia ficción guionando “La sonámbula, recuerdos del futuro”, de Fernando Spiner y ambientada en Argentina en 2010, donde a partir de una prueba con sustancias químicas miles de personas pierden la memoria y con ella su identidad.

Su última participación en el celuloide fue en 2000 con el guión de “El astillero”, la emblemática obra de Juan Carlos Onetti, bajo la dirección de David Lipszyc, lo cual le valió el Cóndor de Oro a la mejor adaptación cinematográfica.

Testimonio de su exploración, el escritor y crítico señalaba en su libro “Crítica y Ficción” (1986) que “para escribir un buen film hace falta tener muchas ideas narrativas, las palabras importan menos, salvo en los diálogos, pero los diálogos son fáciles de escribir, solo hay que tener buen oído. La clave es el relato, eso es lo que tienen en común el cine y la literatura. Al menos cierto tipo de relato”, dijo Piglia


Exit mobile version