¿Pingüino o pingüina?
BUENOS AIRES (ABA).- La forma jovial en que la presidenta Cristina Fernández se presentó ayer en la Rosada después de la operación de urgencia de Néstor Kirchner, frente a un auditorio de murgueros y personalidades con protagonismo infartante en las últimas horas –Daniel Scioli, Héctor Méndez y Juan Schiaretti–, reactualizó puertas adentro de la Rosada el debate sobre si el candidato del gobierno en 2011 será pingüino o pingüina. • El gobernador Scioli había sido objeto de una dura reprimenda: Kirchner públicamente le reclamo el jueves pasado que dijera quien “le ata las manos” para impedir profundizar políticas en materia de seguridad; • El titular de la UIA, Méndez, irritó al denunciar “aprietes” de la CGT, y al osar comparar al “modelo” argentino con el cubano, a propósito de un proyecto para hacer participar a los trabajadores de las ganancias empresarias; • El mandatario cordobés Schiaretti, molestó al atreverse a posar junto con Eduardo Duhalde, enemigo declarado de los K. “La enfermedad de Néstor, que ya se conocía, avivó un interrogante que se mantendrá abierto hasta que se sepa cual de los dos garantiza mejor el triunfo en primera vuelta”, señaló anoche a este diario una alta fuente oficial. En la pingüinera se coincidió con apreciaciones de Jaime Durán Barba, el principal asesor del opositor Mauricio Macri. El ecuatoriano, tras desear la pronta recuperación de Kirchner, hizo notar que el estado de salud del secretario general de la Unasur, será un dato objetivo a tener en cuenta de ahora en más. “No está (Kirchner) fuera de juego… si no tiene la fuerza necesaria para una campaña, quedaría Cristina, que podría sacrificarse yendo por la reelección. Levantaría una bandera que sentimentalmente incrementará notablemente sus posibilidades electorales”, sorprendió el analista del jefe de gobierno porteño. El protagonismo de la Presidenta, desde ayer mismo, fue en ascenso. Será hoy la oradora principal en el acto de “la Cámpora”, un acto de los jóvenes peronistas que veneran a Kirchner, quien asistiría sin hablar para no agravar su cuadro cardíaco. Con las características a flor de piel de ambos –él encarna la confrontación directa, ella mayor flexibilidad, sin por ello abjurar del proyecto K– hay un liderazgo a futuro aún no definido. Es temprano para afirmarlo. Habrá que esperar.
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