Pinochet habría sufrido un ataque cerebral

Lo dejó postrado en la cama durante más de dos semanas. Ahora apenas puede levantarse, reveló un diario inglés

LONDRES, MADRID y SANTIAGO- (Télam-SNI, EFE y Reuters).- El ex dictador chileno Augusto Pinochet sufrió un ataque cerebral que lo dejó postrado en la cama durante más de dos semanas, afirmó ayer el diario británico The Sunday Times.

La información, que no fue confirmada por fuentes oficiales, cita a un «visitante británico» que habría dicho que el general de 83 años apenas puede levantarse de su cama.

Asimismo, el diario asegura, de fuentes que no identifica, que lo que en un comienzo fue calificado como «dificultades para hablar», habría sido en realidad un derrame cerebral, cuya gravedad se desconoce.

Pinochet permanece aún arrestado en su domicilio a la espera que se resuelva el proceso de extradición a España, que comenzará hoy en un tribunal de Londres.

El periódico, que cita fuentes diplomáticas, publicó que tanto los médicos chilenos como los británicos que examinaron y trataron a Pinochet, de 83 años, «creen que puede sufrir otro ataque cerebral que pondría su vida en peligro».

«El senador vitalicio no quedó paralizado por el ataque que sufrió», agrega el periódico y señala que el estado de salud del ex dictador será un aspecto importante a la hora de que las autoridades británicas decidan si será extraditado a España o no.

Con anterioridad, fuentes cercanas a Pinochet informaron que el ex jefe del ejército chileno había sufrido varios pequeños derrames cerebrales.

Debido a su estado de salud, Pinochet pudo recibir apenas durante 15 minutos a los políticos y militares chilenos que lo fueron a visitar con motivo del aniversario del golpe de Estado militar con el que llegó al poder en Chile el 11 de setiembre de 1973.

De producirse la muerte en el exterior del ex dictador Augusto Pinochet, se pondría en peligro la transición democrática en Chile, afirmó en Madrid, el canciller de ese país, Juan Gabriel Valdés.

«La muerte de Pinochet fuera de Chile provocaría una reacción nacionalista y un endurecimiento de las posiciones que haría muy difícil avanzar en un camino que fatalmente necesita la presencia de todos los actores», afirmó el ministro en declaraciones que publicó ayer el diario local El País.

Reiterando su voluntad de que el ex dictador sea juzgado en su país y no en España, Valdés destacó la salud precaria de Pinochet para justificar un rechazo a la extradición por parte de las autoridades británicas.

«Y como no creo que su salud aguante un procedimiento judicial de un año y medio o dos, un desenlace posible es que el ministro de Interior británico diga que Pinochet no está en condiciones para enfrentar un juicio o que se diga que en Chile podría estar en mejores condiciones de hacer frente a la justicia», estimó el jefe de la diplomacia chilena.

En Santiago, con expectativas diferentes, simpatizantes y opositores del ex dictador Augusto Pinochet esperaban ayer el inicio del proceso en Londres que puede llevar a su extradición a España.

Grupos de derechos humanos y activistas de izquierda, que desean que Pinochet sea extraditado para enfrentar acusaciones por abusos cometidos durante su régimen, preparaban una vigilia en Santiago, esperando el comienzo de las audiencias.

Mientras tanto, decenas de admiradores del ex gobernante llegaron ayer a Londres desde Chile con la intención de acudir a las audiencias.

Pinochet, de 83 años, fue arrestado el 16 de octubre en Londres, a donde había acudido para una operación de la espalda, por pedido del juez español Baltasar Garzón.

El militar derrocó en 1973 al gobierno del socialista Salvador Allende, iniciando un régimen acusado de haber matado o desaparecido a más de 3.000 personas durante sus 17 años de vigencia. Mientras se mantiene bajo arresto domiciliario, sus abogados han venido luchando contra la extradición.

Los simpatizantes del ex gobernante de facto creen que Pinochet es víctima de una conspiración de la izquierda internacional y consideran que es el único preso político que existe en Gran Bretaña. Los allegados a Pinochet aseguran que el militar retirado no podrá soportar un largo proceso, debido a su avanzada edad y su diabetes.

La vista judicial reabrirá dolorosas heridas chilenas

LONDRES (EFE) – Con la vista judicial sobre la extradición a España del ex dictador chileno Augusto Pinochet se escucharán hoy en el tribunal metropolitano de Londres algunos episodios de uno de los períodos más dolorosos de la historia de Chile.

La vista, que presidirá el juez Ronald Bartle y se prevé que durará cinco días, comenzará con la presentación de las acusaciones contra Pinochet por el fiscal británico Alan Jones, quien se basará en la documentación recopilada y enviada por el juez español Baltasar Garzón.

Detractores y simpatizantes de Pinochet volverán a encontrarse cara a cara ante la puerta del tribunal para manifestar con pancartas y consignas sus respectivos y opuestos puntos de vista sobre el proceso judicial contra el senador vitalicio.

Pinochet, quien está detenido desde octubre de 1998 en Londres, será el gran ausente del acontecimiento, para cuya cobertura informativa se ha acreditado un centenar de periodistas de medios de comunicación de todo el mundo.

La defensa de Pinochet la ejercerá Clive Nichols, al igual que lo hizo en la Cámara de los Lores, donde Jones también representó a la justicia española.

Aunque la Cámara de los Lores en su dictamen del 24 de marzo acotó el caso a delitos de tortura y conspiración cometidos a partir de 1988, la acusación presumiblemente abarcará en su intervención los 17 años (1973-1990) de la dictadura chilena, así como sus conexiones con el entonces régimen dictatorial argentino.

Garzón acusó inicialmente a Pinochet de delitos de genocidio, terrorismo y tortura en un auto en el que calculaba en 450.000 las víctimas de la represión.


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