Poco entusiasmo para votar en Chiapas

Polhó, México (EFE).- Las comunidades zapatistas que ven con escepticismo las elecciones de mañana, domingo, en Chiapas, no han recibido instrucciones para votar de la guerrilla y desconfían de los candidatos al gobierno del estado.

Chiapas, uno de los estados más pobres de México, está considerado como uno de los baluartes del aún gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero ello podría cambiar en los comicios de hoy. Sondeos sobre la intención del voto adjudicaron al opositor Pablo Salazar, candidato de una coalición de ocho partidos, una amplia ventaja de hasta 20 puntos sobre su rival del PRI, el senador Sami David.

Pese a que la dirección zapatista no se ha pronunciado aún sobre las elecciones -en las que el candidato opositor, Pablo Salazar, parte como favorito frente a Sami David, del Partido Revolucionario Institucional (PRI)-, la mayoría de las cerca de 30 comunidades rebeldes ya han adoptado su decisión.

Este es el caso de Polhó, uno de los primeros y más emblemáticos municipios autónomos creados por la guerrilla tras el levantamiento de enero de 1994.

Polhó, a unos 50 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, alberga a alrededor de 6.000 simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la mayoría de los 10.000 desplazados por el conflicto en Chiapas.

Bajo un gran cartel que reza «Bien venidos al municipio autónomo en reveldía (sic) de San Pedro Polhó», una decena de mujeres indígenas y sus bebés actúan como barrera humana ante un posible ataque militar.

El gesto es más testimonial que práctico ya que la comunidad está dominada por un gran cuartel militar, situado a menos de un kilómetro. Más de una veintena de soldados cortaron el viernes durante unos minutos el camino de Polhó para hacer una insólita práctica: disparos al aire con armas descargadas.

Polhó, cerrada a cal y canto para curiosos y periodistas, sólo abre sus puertas a algunos observadores internacionales porque «lo decide el Consejo Municipal», explica un miembro de este Consejo que se hace llamar «Santana». Insiste en que no hay instrucciones de la dirección del EZLN para las elecciones pero afirma que en Polhó «nadie va a votar».

Poco importa para la comunidad el resultado del proceso porque «no confiamos en ningún candidato. Ya los conocemos, sabemos cuales son sus actuaciones», afirma ante un grupo de periodistas extranjeros.

El triunfo del conservador Vicente Fox en las presidenciales del pasado 2 de julio tampoco altera sus perspectivas ya que, según Santana, «todavía falta ver si cumple sus promesas (de diálogo) y creerlo».

A pocos kilómetros, simpatizantes zapatistas y supervivientes de la matanza de diciembre de 1997 conviven en una aldea de desplazados.

Los supervivientes de la masacre de Acteal tienen claro que van a votar por el candidato de la oposición, aunque deban desplazarse a sus comunidades de origen -en su mayoría gobernadas por el PRI- para ejercer su derecho después de la negativa del Consejo Estatal Electoral a instalar urnas en el poblado.

Aseguran que los zapatistas intentaron presionarles para que se abstuvieran pero insisten en su deseo de votar «para que algo cambie en Chiapas, para que haya diálogo y reconciliación entre indígenas».

«Si gana Pablo seguirá el diálogo, o eso dicen, aunque hay que esperar a ver que piensan los del EZLN», continúa.

Pocos saben lo que piensa el líder del EZLN, el «subcomandante Marcos», que ha mantenido un absoluto silencio, que para muchos confirma su rechazo al triunfo de Fox y que para otros supone que mantiene el llamado a la participación que hizo para las presidenciales.