Poco uso de medicamentos genéricos en Río Negro

Admiten que la lista de opciones es acotada.

VIEDMA (AV).- La inclinación hacia marcas comerciales, pese a las restricciones legales, privilegian el poco uso de recetas medicinales por nombres genéricos en la provincia de Río Negro.

Según el presidente del Instituto Provincial del Seguro de Salud (Ipross), José Luis Collinao, la lista oficial es bastante «acotada» porque en especialidades que tienen combinaciones de drogas «no son genéricos».

Explicó a «Río Negro» que el convenio con los farmacéuticos rionegrinos recién se podrá cambiar desde el uno de mayo próximo, dado que el actual fue «preexistente» a la ley regulatoria del nuevo sistema. «Cuando salió la norma acordamos que esa facturación sería por fuera de la cápita, ahora con el nuevo convenio no tendremos ningún tipo de problemas para cubrirlo», apuntó.

Dijo tener sus propias dudas sobre la aplicabilidad de la norma, poniendo como ejemplo que las farmacias deben mostrar productos alternativos a un antibiótico como la «Amoxicilina» y el paciente debe elegir a conveniencia de bolsillo y calidad pero «después hay que ver qué efectos biomédicos causan». Agregó que «un 'Amoxidal' (otro antibiótico) te lo tomás cada ocho horas y a lo mejor algún alternativo deben administrarse dos (pastillas) cada cuatro horas».

El funcionario reveló que puede haber quienes ofrecen un solo producto, lo cual «se transforma en un problema» y además «no existe capacidad ni cantidad de inspectores para estar en todas las farmacias y ver qué ofrecen».

La nueva presidenta del colegio rionegrino, Eva Greco de Ibáñez, fue más tajante: «no se está aplicando». Al preguntársele si la gente tiene la costumbre de pedir genéricos o son los médicos quienes prescriben nombres de fantasía, consideró que «existe una mezcla». Argumentó que «hay pacientes que prefieren genéricos por menor precio y otros las marcas líderes».

A su criterio, «falta informa

ción, aclarar cosas y convencer a la gente que adquiera toda la medicación en lugares confiables».

Por su parte, el coordinador del área del Ministerio de Salud, Javier Girotti, dijo que la norma «se cumple parcialmente porque hay médicos que se acostumbran y otros no» aunque «en los hospitales, el 90% va por genéricos».

La observación oficial es qu también a los pacientes se le facilitan las cosas cuando conocen los medicamentos por su nombre comercial. Si bien Girotti destacó «un pequeño cambio en la costumbre de recetar» advirtió que si a un paciente le recetan «Lexotanil» como relajante «no tiene por qué saber tanto» de la monodroga, en virtud de que en realidad «existe una costumbre y confianza en el médico» que confecciona la receta.

La prescripción por el nombre «genérico» de cada especialidad entró en vigencia por medio del decreto Nº 982 del Poder Ejecutivo que reglamentó la Ley provincial Nº 3.742 durante setiembre del año pasado. Esta exige que en el recetario debe expresarse la denominación común internacional de la droga o combinaciones, seguido de la forma farmacéutica y cantidad de unidades por envase con detalle del grado de concentración.

En teoría se le adjudica un rol preponderante a los farmacéuticos en virtud de que en forma obligatoria deben asesorar y facilitar al adquirente la información sobre los productos registrados y autorizados, incluyendo sus precios. En caso de que la receta hubiese omitido la indicación de la cantidad de unidades por envase, el farmacéutico debe entregar el medicamento que reúne las demás condiciones que exige la norma, y que contenga la menor cantidad de unidades.


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