Poderosos y prepotentes

¿Se acuerdan de aquella foto del 20 de agosto del año pasado? Ese día se firmó el acuerdo entre la AFA y el Gobierno Nacional que resultó Fútbol para Todos y en la foto de ese día estaban –además de la presidenta Cristina Fernández, Julio Grondona, Diego Maradona y Rafael Savino– José Luis Meiszner y Aníbal Fernández. Por entonces, Meiszner era secretario ejecutivo de la presidencia de AFA y Aníbal Fernández, jefe de Gabinete de Nación, como ahora. Pero lo que ninguno de los dos era entonces y sí lo son ahora es ser dirigentes de Quilmes. Desde el domingo Meiszner es el presidente y Aníbal, su vice. Meiszner es hoy el dirigente de máxima confianza de Grondona, a la vez que viejo conocido del funcionario. Fue ese el nexo “político” para que la AFA se animara a mandar al traste al Grupo Clarín y acordara con el Estado el Fútbol para Todos, 600 millones de pesos anuales mediante. Dinero que Aníbal F. repartirá, en tanto funcionario a cargo del asunto, a la vez que recibirá, en tanto vicepresidente del recién ascendido Quilmes. A veces es muy difícil no pensar mal… No se trata de que se van a llevar la plata. Se trata de las influencias, del peso del poder. Y Meiszner y Aníbal lo tienen en exceso. Cómo le vaya a Quilmes será la prueba de cómo son las cosas. Así es el fútbol argentino. Manejado por uno sólo y un grupo de compinches. Los organismos sólo acompañan. Como lo hace el Comité Ejecutivo, que “por unanimidad” aceptó la no renovación a Maradona. Una unanimidad muda, pues nadie les consultó nada. Lo reconoció el propio Julio Grondona cuando la semana pasada maltrató sin necesidad a los presidentes de los clubes del interior, que habían ido a reclamar por una competencia imposible: “No me jodan ahora, que vengo de echar a Maradona”. Así es el fútbol argentino. ¿Hace falta mirar a España?

juan mocciaro jmocciaro@rionegro.com.ar

río suelto


¿Se acuerdan de aquella foto del 20 de agosto del año pasado? Ese día se firmó el acuerdo entre la AFA y el Gobierno Nacional que resultó Fútbol para Todos y en la foto de ese día estaban –además de la presidenta Cristina Fernández, Julio Grondona, Diego Maradona y Rafael Savino– José Luis Meiszner y Aníbal Fernández. Por entonces, Meiszner era secretario ejecutivo de la presidencia de AFA y Aníbal Fernández, jefe de Gabinete de Nación, como ahora. Pero lo que ninguno de los dos era entonces y sí lo son ahora es ser dirigentes de Quilmes. Desde el domingo Meiszner es el presidente y Aníbal, su vice. Meiszner es hoy el dirigente de máxima confianza de Grondona, a la vez que viejo conocido del funcionario. Fue ese el nexo “político” para que la AFA se animara a mandar al traste al Grupo Clarín y acordara con el Estado el Fútbol para Todos, 600 millones de pesos anuales mediante. Dinero que Aníbal F. repartirá, en tanto funcionario a cargo del asunto, a la vez que recibirá, en tanto vicepresidente del recién ascendido Quilmes. A veces es muy difícil no pensar mal... No se trata de que se van a llevar la plata. Se trata de las influencias, del peso del poder. Y Meiszner y Aníbal lo tienen en exceso. Cómo le vaya a Quilmes será la prueba de cómo son las cosas. Así es el fútbol argentino. Manejado por uno sólo y un grupo de compinches. Los organismos sólo acompañan. Como lo hace el Comité Ejecutivo, que “por unanimidad” aceptó la no renovación a Maradona. Una unanimidad muda, pues nadie les consultó nada. Lo reconoció el propio Julio Grondona cuando la semana pasada maltrató sin necesidad a los presidentes de los clubes del interior, que habían ido a reclamar por una competencia imposible: “No me jodan ahora, que vengo de echar a Maradona”. Así es el fútbol argentino. ¿Hace falta mirar a España?

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