Polémica por muro que aísla a Israel de palestinos
La iniciativa fue criticada por Arafat, los países árabes y el gobierno de EE. UU. El gobierno de Sharon asegura que es para prevenir ataques suicidas, como el de ayer.
Israel continuó ayer con los trabajos para construir una gran cerca que se pare a su territorio de las zonas palestinas, desatando duras críticas, tanto del presidente de la ANP, Yasser Arafat, como de los países árabes y del propio gobierno estadounidense.
El ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer, inauguró oficialmente el domingo los trabajos de la alambrada de seguridad con el fin, aseguró, de contener eventuales ataques suicidas. El vallado tendrá instrumentos de vigilancia electrónica y será reforzada con obstáculos para impedir el pasaje de vehículos.
El presidente palestino Yasser Arafat, afirmó que el muro que comenzó a construir Israel para dividir ese territorio de Cisjordania es «un ejemplo de racismo sionista».
«Se trata de una agresión espantosa, esta muralla es un acto de apartheid y de racismo sionista», declaró Arafat a un emisora radial israelí sobre la barrera defensiva levantada en la denominada «línea verde», frontera pre-armisticio (1949-1967), y sobre casi todos los asentamientos de los colonos judíos quedarán del sector palestino.
Estados Unidos se mostró ayer también contrario a la construcción, al afirmar que podría afectar negativamente eventuales negociaciones y ser económicamente negativa para los palestinos.
«La decisión fue tomada por Israel y como ya lo hemos dicho, tiene el derecho a defenderse, pero reitero que es importante que ambas partes tengan en mente las consecuencias de los actos que realizan y la necesidad de continuar trabajando juntos hacia dos Estados que cohabiten en paz», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Por su parte, el portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher, fue más explícito al afirmar que Washington objetará la alambrada si esta fuera un intento de comenzar a delinear una frontera. «La cuestión de soluciones permanentes, como las fronteras, debe ser resuelta a través de la negociación», dijo Boucher.
Los propios colonos por su parte, reiteraron que «están construyendo el nuevo muro de Auschwitz». «Se trata de una operación inútil que es una desgracia para la dignidad de nuestro pueblo, no dará la seguridad que promete y es un cambio de dirección para todos los israelíes», indicó la asociación «Mujeres para el mañana de Israel» .
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Israel negó estar construyendo una especie de «Muro de Berlín» en su frontera con Cisjordania.
Un vocero del Ministerio explicó en Jerusalén que lo que se está construyendo en la frontera «no es un muro, sino una valla de metal de 115 kilómetros de longitud, destinada a impedir las infiltraciones de terroristas suicidas palestinos».
La barrera fue sorteada ayer por un presunto kamikaze palestino que se mató en el norte de Cisjordania., en un atentado frustrado, que no provocó víctimas. El hombre fue ubicado por los guardias fronterizos que le ordenaron detenerse, momento en que hizo estallar una carga que llevaba consigo, dañando el vehículo de la patrulla, y causando su propia muerte.
Como respuesta, el ejército israelí invadió una vez más la ciudad autónoma palestina de Jenín.
Por su parte, a última hora de la tarde, cerca de Belén, el Ejército israelí mató a un palestino de 28 años que era intensamente buscado por ser responsable de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado cercano Al Fatah, el movimiento de Arafat.
Ante estos dos hechos, el Ejército israelí invadió una vez más la ciudad de Jenín -que ocupó varias veces en los últimos meses- y que es considerada por Israel como «vivero de terroristas».
Por su parte y en una confesión que generará no pocas polémicas, David Hacham, consejero para asuntos árabes del ministerio israelí de Defensa, reveló que «el objetivo principal de las operaciones en Cisjordania es desplazar a Arafat para permitir que aparezcan nuevos líderes del lado palestino, como Mohamad Dahlán o Mahmud Abbas «.
Finalmente y ya en el campo diplomático, el canciller israelí, Shimon Peres, dijo ayer que espera que para fines de julio se convoque a una conferencia de paz para intentar lograr que israelíes y palestinos retomen las negociaciones de paz.
Israel continuó ayer con los trabajos para construir una gran cerca que se pare a su territorio de las zonas palestinas, desatando duras críticas, tanto del presidente de la ANP, Yasser Arafat, como de los países árabes y del propio gobierno estadounidense.
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