Polémica tras intervención de Del Progreso

La tradicional entidad de Roca sigue en crisis. La designación de un interventor desató disputas.

Un «sospechoso» robo ocurrido en las oficinas, la denuncia por parte de un empleado en contra del interventor Mario Malloni, y el cuestionamiento a su gestión de un grupo de socios, generaron un clima enrarecido en el Club Del Progreso, que atraviesa uno de los procesos institucionales más críticos de su historia.

Las nuevas disputas internas comenzaron a partir de la gestión de Malloni, quien como ex presidente de la entidad, fue designado por la Dirección de Personas Jurídicas como nuevo interventor. El plazo establecido para la normalización es de 180 días, pero todavía no pasó un mes y los problemas comenzaron a asomar.

Los primeros en exponer esta situación fueron los socios Jorge Fabi, Juan Carlos Soto y Norma Marini. En una entrevista con «Río Negro» explicaron que Malloni fue designado para realizar una tarea concreta: depurar el padrón de socios y concluir el balance al 31 de diciembre de 2008, para convocar a una nueva asamblea extraordinaria y designar autoridades.

Pero señalaron que desde que asumió en el cargo, nada de eso ocurrió. «Todo es muy raro», dijo Fabi, comenzando desde un robo ocurrido esta semana, donde se habría copiado información muy específica de una computadora.

Luego siguió el «maltrato» en el que habría incurrido el interventor con varios trabajadores, entre los que se incluye Estela Romero, una de las cobradoras de la entidad, quien trabajaba en «negro» y fue despedida.

Fabi explicó que el patrimonio del club (los ya conocidos terrenos sobre calle San Juan) siguen siendo un tema de enfrentamiento entre sectores internos.

Por su parte, Silvio de la Cruz Garrido, delegado gremial del Sindicato Único de Guardavidas de Argentina, y empleado del Club , presentó una denuncia a la Fiscalía y dio a conocer un comunicado de prensa donde denuncia «autoritarismo, persecución y maltrato». Comentó que fue citado por Malloni en un sanitario del club, donde le ofreció pagarle de su bolsillo la parte del sueldo para que no envíe una carta documento exigiendo el pago del resto del salario que se le adeuda.

Al ser consultado, Malloni aseguró que su única intención es «emprolijar» la situación en la que se encuentra el club, y negó cualquier tipo de enfrentamiento con el personal. «Tengo 40 años de trayectoria en la institución. Soy una persona que le gustan el respeto y el orden», dijo el dirigente, quien aseguró que su objetivo es normalizar el club.

 

Agencia General Roca

 


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