Polémicas y marcha por López

BUENOS AIRES (DyN) – A casi dos meses de la desaparición de Jorge Julio López, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, consideró ayer al caso como «la primera gran derrota del pueblo» en el marco de la búsqueda de Justicia por los crímenes de la dictadura y llamó a «no bajar los brazos», pese a que no hay ninguna pista sobre su paradero.

«Si fuera su ausencia producto de una desaparición forzada o de un secuestro vinculado a una situación política, indica una derrota de todos nosotros», dijo Solá, que en un primer momento consideró a López el primer desaparecido de la democracia.

Sin embargo, tanto Solá como el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, se mostraron reacios a que el caso sea investigado en la Justicia federal como una desaparición forzada de persona, en el marco de la polémica sobre la competencia de la causa, que llegó a la Corte Suprema.

Sucede que hubo un planteo de los organismos de derechos humanos para que el caso sea analizado como una desaparición directamente vinculada con la condición de testigo y querellante de López contra el represor Miguel Etchecolatz.

Sobre todo, subrayan, porque López, un ex albañil de 77 años, se ausentó de su casa el 18 de setiembre pasado, cuando estaba por ir a presenciar los alegatos en el juicio al ex Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura. Con esa convicción, agrupaciones de derechos humanos cortarán hoy calles de La Plata, y el sábado, a dos meses de la desaparición, irán a la Casa Rosada. En tanto, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró que para el Gobierno nacional la aparición con vida de López «es una cruzada que no tiene fin» .