Policía de Roca arriesgó su vida en un salvataje
ROCA (AR).- No dudó ni un instante. Y tal vez ese fue el factor determinante para que el sargento de la Comisaría Tercera Néstor Nahuelquir termine salvando la vida de un hombre que la semana pasada intentó suicidarse en un barrio ubicado en la zona este de Roca. La jornada no se presentaba fácil para el personal de esa sede policial, ya que varios de los móviles policiales se encontraban llevando adelante una diligencia ordenada por un juzgado, el jueves de la semana pasada. Es por eso que cuando cerca de las 13 se recibió en el Comando Radioeléctrico la comunicación sobre un aparente intento de suicidio, el bicipolicía -que se encontraba en la otra punta de la ciudad- no dudó ni un segundo en asistir al hecho a toda velocidad posible. A fuerza de pedal, el sargento llegó hasta la vivienda particular de la persona que había tomado la drástica determinación y rápidamente decidió ingresar por una de las puertas, sin importar la falta de equipamiento. El fuerte olor a gas se podía percibir a varios metros, recordaron algunos de los testigos. Apenas cruzó un pasillo, Nahuelquir se encontró con un hombre mayor -de unos 45 años- tirado en el suelo y al borde de la muerte. Como pudo lo arrastró hasta un patio donde comenzó a practicarle las primeras tareas de reanimación, ya que sus signos vitales eran muy débiles. Además, el hombre presentaba una lesión cortante en el pecho, lo que generó mayor complicación a su grave cuadro. A los pocos minutos llegó la asistencia de sus compañeros de unidad y del personal del hospital Francisco López Lima, que finalmente trasladó al paciente hasta ese nosocomio, donde se recuperaba favorablemente. Pero el esfuerzo de pedalear tantas cuadras, seguido de la prolongada inhalación de gas en el interior de la casa, también terminaron por afectar la salud del uniformado, quien tuvo que ser asistido luego en una centro médico privado tras sufrir una descompensación. Ya recuperado, Nahuelquir no sólo se llevó la satisfacción de haber cumplido con su deber sino también el reconocimiento de sus compañeros de unidad.
ROCA (AR).- No dudó ni un instante. Y tal vez ese fue el factor determinante para que el sargento de la Comisaría Tercera Néstor Nahuelquir termine salvando la vida de un hombre que la semana pasada intentó suicidarse en un barrio ubicado en la zona este de Roca. La jornada no se presentaba fácil para el personal de esa sede policial, ya que varios de los móviles policiales se encontraban llevando adelante una diligencia ordenada por un juzgado, el jueves de la semana pasada. Es por eso que cuando cerca de las 13 se recibió en el Comando Radioeléctrico la comunicación sobre un aparente intento de suicidio, el bicipolicía -que se encontraba en la otra punta de la ciudad- no dudó ni un segundo en asistir al hecho a toda velocidad posible. A fuerza de pedal, el sargento llegó hasta la vivienda particular de la persona que había tomado la drástica determinación y rápidamente decidió ingresar por una de las puertas, sin importar la falta de equipamiento. El fuerte olor a gas se podía percibir a varios metros, recordaron algunos de los testigos. Apenas cruzó un pasillo, Nahuelquir se encontró con un hombre mayor -de unos 45 años- tirado en el suelo y al borde de la muerte. Como pudo lo arrastró hasta un patio donde comenzó a practicarle las primeras tareas de reanimación, ya que sus signos vitales eran muy débiles. Además, el hombre presentaba una lesión cortante en el pecho, lo que generó mayor complicación a su grave cuadro. A los pocos minutos llegó la asistencia de sus compañeros de unidad y del personal del hospital Francisco López Lima, que finalmente trasladó al paciente hasta ese nosocomio, donde se recuperaba favorablemente. Pero el esfuerzo de pedalear tantas cuadras, seguido de la prolongada inhalación de gas en el interior de la casa, también terminaron por afectar la salud del uniformado, quien tuvo que ser asistido luego en una centro médico privado tras sufrir una descompensación. Ya recuperado, Nahuelquir no sólo se llevó la satisfacción de haber cumplido con su deber sino también el reconocimiento de sus compañeros de unidad.
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