Lo imputaron por la muerte de un adolescente en Córdoba

Matías Abel Palomeque tenía 15 años. El jueves a la medianoche, quedó tendido en la vereda, cerca de su casa en Río Cuarto, Córdoba, luego de que alguien le disparara en la sien desde muy corta distancia.

El viernes a la noche, su corazón no resistió más y murió en la terapia intensiva del hospital San Antonio de Padua.

El caso, se inscribe en lo que se denomina “violencia urbana”: crímenes entre conocidos por razones particulares, muchas de las cuales pocas veces terminan por ser desentrañadas por la Justicia.

El jueves al mediodía, mientras Matías agonizaba, la Policía detuvo Maximiliano Trigo de 23 años, un vecino de él, que quedó imputado por el presunto delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

En los allanamientos no se encontró el arma con la que mataron al adolescente.

De acuerdo al parte oficial de la Policía, el crimen se produjo en Carlos Rodríguez al 2000, barrio Cola de Pato, un sector que en los últimos tiempos viene registrando una alarmante seguidilla violenta.

Fue una vecina la primera que se asomó la calle de tierra cuando escuchó la detonación. La mujer sólo encontró a Matías boca abajo, sin reacción.

De inmediato comenzaron a llegar familiares del joven, que viven en ese mismo sector. Lo trasladaron en un vehículo particular hacia el Hospital San Antonio de Padua, donde los médicos advirtieron, en ese mismo momento, que la vida de Matías pendía de un hilo.

El balazo le había ingresado por la sien y lo había dejado sin reacción cerebral. El viernes a las 21, se confirmó el deceso del adolescente.

En la misma cuadra el 8 de este mes otro joven de 30 años sufrió tres balazos en distintas partes del cuerpo. La investigación aún no tiene detenidos.