Revelan que hay “redes de apoyo” a los fugados

Un informe de organismos de Inteligencia de Chile asegura que el autor de los tiros que mataron al policía de Junín es uno de los líderes del MIR-EGP y que los prófugos al parecer pretendían cruzar al vecino país en forma clandestina en un operativo de “retorno” o para llevar dinero para la organización. Estarían implicados en varios crímenes más.

Archivo

Jorge Antonio Salazar Oporto está prófugo desde 1997.

Crimen del policía neuquino

A Alexis Cortés Torres lo investigan por sus viajes por América.

JUNÍN Y SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- La edición digital del diario chileno “La Segunda” reveló informes de Inteligencia sobre los prófugos del crimen del policía José Aigo en los que por primera vez se desliza que la intención inicial de Jorge Antonio Salazar Oporto y Alexis Cortés Torres habría sido ingresar a Chile en forma clandestina, por algún paso del lado neuquino. Indicó que en Argentina habría “una red de ayuda” para los sujetos buscados por acciones sediciosas en Chile.

El asesinato se produjo en la madrugada del pasado 7 de marzo sobre la Ruta 23, a la altura del paraje Pilo Lil y a unos 50 kilómetros de Junín de los Andes, cuando una patrulla de la Brigada Rural integrada por el sargento Aigo y el oficial Pedro Guerrero interceptó a una camioneta, en la que iban Cortés Torres y Salazar Oporto, mientras que al volante estaba Juan Marcos Fernández, propietario del rodado e hijo del intendente de San Martín de los Andes.

Lo que debía ser un control de tránsito se convirtió en un infierno cuando Salazar Oporto descerrajó dos disparos mortales sobre Aigo, al momento en que el policía realizaba el registro de la pick up Mitsubishi L200. El oficial Guerrero respondió con su arma reglamentaria y se desató un intenso tiroteo que puso en fuga a Salazar Oporto y a Cortés Torres, buscados desde entonces en un extenso perímetro desde Aluminé hasta San Martín de los Andes.

Fernández declaró que Salazar Oporto, al que identificó como “Juan Carlos”, era un vecino de su chacra de Mallín Ahogado que lo había contratado para un flete entre El Bolsón y Aluminé, sin dar detalles sobre el objeto de ese viaje. Pero una nota periodística firmada por Felipe Díaz P., del diario “La Segunda”, sostiene la hipótesis del ingreso clandestino.

Sostiene que “Salazar Oporto (51) estuvo en la mira de la policía toda la primera mitad de los ‘90. Participó en la fundación del grupo subversivo MIR Ejército Guerrillero de los Pobres (MIR-EGP), el mismo que en 1997 atacó a una pareja de carabineros en Lontué (VII Región) dejándolos heridos de bala”.

Apunta que “desde esa fecha tiene una orden de detención vigente y se le había perdido todo rastro. Su nombre volvió a ser ahora blanco de las policías y los organismos de inteligencia… pero esta vez a nivel internacional”.

El artículo dice que “antecedentes de Inteligencia revelan que hoy Salazar Oporto es una de las cabezas del grupo como parte de la dirección nacional del MIR EGP junto a otros cuatro sujetos, y que este crimen (al igual que otros previos) confirma ‘la hipótesis de que en Argentina, sobre todo en esta región sureña, existe una red logística de apoyo al MIR-EGP donde se habrían instalado algunos de sus militantes’” (en comillas en el original).

“Esta situación –relata el informe de Inteligencia– la confirman también los diversos allanamientos en Junín de los Andes (se refiere a los hechos en Mallín Ahogado, ordenados por el Juzgado de Junín), puesto que estarían apareciendo evidencias que indican que en esa región operan militantes ligados a fracciones del MIR-EGP junto al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (escindidos desde fines de los ‘80)”.

De hecho, señala “La Segunda”, se cree que esta organización “podría ser una iniciativa de varios ex miembros del MIR-EGP con el objeto de sobrevivir mientras permanecen prófugos y fuera de Chile”. Para ello, dice el documento, “ha mantenido una estructura operativa especial que participa en redes subversivas regionales y opera en milicias internacionalistas”.

Retorno clandestino

El informe alerta que “el crimen no fue un hecho aislado ni fortuito. Según el documento de Inteligencia, ‘la orgánica denominada MIR-EGP o ‘MIR estructura Sur’ es la que estaría detrás de los hechos relacionados con el crimen del policía José Aigo. Al momento de los hechos, seguramente, estaban realizando alguna operación de retorno clandestino a Chile o un posible transporte de recursos económicos”.

Advierte que “en el marco de la urgencia política de proteger la vida de ‘sus compañeros’ prófugos en Argentina (otros miembros) podrían rearticular viejas redes de apoyo en Chile…”.

El informe detalla que el MIR-EGP nace cuando militantes del MIR históricos liderados por José Muñoz Alcoholado se opuso a su desarticulación. Era “una organización política y militar” con redes internacionales, que entre 1990 y 1996 realizó una serie de ataques explosivos, aunque desde 1996 a 2006 realizaron sólo acciones esporádicas. La más llamativa fue el asalto (diciembre 2004) a un Banco Estado en Loncoche y el atraco (junio 2005) a un INP (Instituto de Normalización Previsional) en Machalí que dejó cuatro muertos”.

En 1997 –luego del ataque a los carabineros en Lontué, que lo deja en calidad de prófugo– Salazar Oporto se habría instalado en Argentina, dice el texto. De hecho, uno de los detenidos por el atraco al INP declaró que Salazar Oporto dictaba clases de técnicas de supervivencia y manejo de armas de fuego en la zona limítrofe de Neuquén y las regiones del Bío Bío y La Araucanía.

Respecto a Alexis Cortés (el otro prófugo), “las pistas” desde Chile indican que fue miembro del FPMR y que actuó en la sección norte, instalada en Coquimbo. Se le investigan viajes a Perú (1997 y 2005), Bolivia (2011), Venezuela (2003) y Panamá (2004).

En ese mismo sentido, dice que “el MIR-EGP no operaba solo. Ya en los ‘90 realiza acciones conjuntas con el FPMR. La más grande, sin embargo, es la operación ‘Alondra’ en diciembre 2001, que consistió en el secuestro del publicista Washington Olivetto en Brasil. Allí también participaron miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia”.

“Y aunque la operación terminó en un desastre y los principales líderes fueron detenidos –continúa–, hubo cuatro frentistas que lograron huir. También arrancó el mirista Cristián San Martín Morales, quien fue detenido en Chile en 2005 y a los pocos meses escapó de la cárcel de Temuco”. Según Inteligencia, cita el diario chileno, “la dirección del MIR-EGP del 2007 –formada entre otros por Salazar Oporto– tenía una estrecha relación con San Martín Morales. Pero en esa cúpula también era clave Juan Moreno Venegas, porque él era el encargado de mantener relaciones con el ELN y los ayudistas en Argentina”.

“No se descarta que este grupo haya participado en el asalto al banco Security (2007) donde resultó fallecido el cabo Luis Moyano (…) con el objeto de recaudar recursos para financiar a sus mismas organizaciones y sus principales cuadros políticos”, señala el informe.

“De hecho, el grupo estaba compuesto por un ex mirista y tres ex lautaristas: casi todos ellos ya fueron detenidos en Argentina”, recuerda.


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