Policías dicen que tiraron sin recibir orden
Los tres uniformados detenidos por orden del juez Villafuerte Ruzo dicen que dispararon porque "el auto se nos venía encima". Habría elementos para dictarles la prisión preventiva.
San Nicolás (Télam)- Los tres policías detenidos acusados de matar a balazos a dos rehenes inocentes en la denominada masacre de Villa Ramallo admitieron ayer que en ningún momento recibieron la orden de disparar por parte de sus superiores.
«Ni los tres policías detenidos ni todos los agentes que declararon en el comienzo de la instrucción dijeron haber recibido orden de disparar», y explicaron que tiraron contra las víctimas porque el automóvil en el que huían rehenes y delincuentes «se les iba encima», explicaron esta noche las fuentes consultadas.
Ramón Leiva, el policía que se entregó el miércoles y ayer fue interrogado por el juez Carlos Villafuerte Ruzo, reconoció al magistrado que disparó su arma reglamentaria pero que no sabe dónde impactaron esos proyectiles.
«Escuché silbar las balas por arriba de mi cabeza, empecé a manipular el seguro del arma y salieron dos disparos, pero no sé dónde impactaron», le dijo el sargento Leiva al juez.
Leiva está señalado como el autor de un disparo que mató al contador Carlos Santillán, y el suboficial principal Oscar Paro-di, como quien asesinó al gerente Carlos Chaves, durante la toma del Banco Nación de Ramallo ocurrida el 17 de setiembre.
Las principales pruebas en su contra surgen de las pericias practicadas a sus armas por la Gendarmería, en base a las cuales Villafuerte Ruzo estaría en condiciones de dictarles la prisión preventiva.
El tercer acusado es el cabo Carlos Aravena, quien, de acuer-do con los peritajes, disparó contra Santillán con su pistola 9 milímetros, pero la herida que le provocó no fue mortal, ya que no le interesó ningún órgano vital.
El juez Villafuerte Ruzo cuenta con suficientes elementos de prueba para dictar las prisiones preventivas de los tres policías detenidos por la masacre de Villa Ramallo, confiaron a Télam fuentes judiciales.
En 10 días el juez deberá resolver el procesamiento a los dos primeros por el delito de homicidio simple y el de Aravena por homicidio en grado de tentativa.
Si los procesan, serán los únicos que llegarán a juicio oral en la Cámara de Rosario el año que viene con pruebas en su contra sobre su responsabilidad en la muerte de rehenes registrada en un caso de brutalidad policial que conmocionó al país el 17 de setiembre pasado.
Pero las sospechas judiciales recaen también sobre tres policías de los grupos especiales de la bonaerense Geo y Halcón, ya que los peritos determinaron que sus armas fueron disparadas cuando el Volkswagen Polo del gerente recibió al menos 48 balazos.
Además de los autos de procesamiento contra los mencionados policías, Villafuerte Ruzo continúa estudiando las más de 1.200 fojas que componen el informe sobre los peritajes realizados por expertos al mando del comandante mayor Jose Luis Artinián.
En este informe se dejó entrever que policías de elite fueron también quiénes efectuaron los tiros que terminaron con las vidas de los bancarios y la del ladrón Javier Hernández, e hirieron a Flora Lacave, esposa del gerente, y al asaltante Carlos Martínez.
No obstante, será muy difícil tanto para Villafuerte Ruzo, para el fiscal federal de San Nicolás, Luciano González Valle, como para los jueces que integren el tribunal oral rosarino, probar fehacientemente la responsabilidad de alguien más en estas muertes, estimaron fuentes de la investigación.
Es que sólo cuatro proyectiles fueron hallados en los cadáveres durante las autopsias, de los cuales únicamente tres pudieron ser vinculados a las armas con las que fueron disparados -dos fusiles Fal y una pistola 9 milímetros- y así acusar a los tres policías detenidos.
El cuatro proyectil es de calibre 5,56 disparado con un fusil M 16 que utilizaron los halcones y los comandos del Geof, de la Policía Federal, pero su grado de destrucción no permitió establecer de cuál de esas armas automáticas salió.
Comentarios