Docentes de Bariloche denuncian a Carreras por un subsidio millonario a iglesias evangélicas
Cuestionaron la asignación de dos millones de pesos de julio a diciembre a iglesias evangélicas cuando hay una desinversión en las escuelas de la ciudad.
La Agrupación Docentes en Movimiento de Bariloche cuestionó la decisión de la gobernadora Arabela Carreras de asignar 2 millones de pesos a iglesias evangélicas entre julio y diciembre de este año.
“Este millonario subsidio a las instituciones religiosas, en el que la gobernadora compromete recursos públicos, debe ser asignado a inversiones en educación y salud, que son áreas abandonadas por el gobierno”, plantearon desde la organización.
Recordaron que, en Bariloche, la comunidad de la escuela 315 del barrio Malvinas convive con una obra mientras se dictan clases y se utilizan los espacios de recreación. La escuela 321, por otro lado, arrastra un problema en el sistema de calefacción y desde hace tres semanas colapsó por falta de mantenimiento y reparación. Desde entonces, los estudiantes deben turnarse para asistir a clases. En tanto, la escuela técnica CET 2 sigue esperando las válvulas se seguridad para los dos equipos de calefacción y la reparación de la calefacción del patio interno.
“En distintas escuelas se elevan denuncias por problemas o insuficiencia de sanitarios, filtraciones en techos y paredes, y se observa una merma en la cantidad y variedad de alimentos en meriendas y comedores. La falta de presupuesto en educación, salud y otras áreas es muy grave y lo sufren las familias trabajadoras a diario”, cuestionaron.
Añadieron que “no es subsidiando a las instituciones religiosas que se dedican a de una actividad del ámbito privado y personal. como lo es la práctica religiosa. con fondos públicos que van a mejorar las políticas públicas de acceso a la cultura de las familias trabajadoras. No es con la apropiación de fondos públicos por parte de instituciones privadas que se democratizará el acceso a la cultura, más bien todo lo contrario”.
Desde la organización exigieron mayor presupuesto para salud y educación, salarios por encima de la inflación y repudiaron los subsidios a las escuelas privadas y las iglesias.
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