Pompei y la ley del más violento
En Sarandí hubo cuatro expulsados y ninguno fue Rolando Schiavi. Más aún, el defensor boquense ni siquiera fue amonestado.
El repertorio de patadas que desplegó ayer el zaguero de Boca pasó inadvertido para el pésimo arbitraje de Juan Pablo Pompei, que osciló entre el protectorado a Arsenal de los Grondona y la licencia para lastimar que porta cualquiera que se ponga la '2' de Boca.
Ayer hubo un claro penal cometido por Gastón Esmerado, que tocó la pelota con la mano. Pero a Arsenal no le cobraron penales en contra aún en el Apertura. Y Schiavi golpeó y lastimó mientras veía cómo Pompei expulsaba a compañeros y rivales.
Neri Cardozo, por ejemplo, se fue expulsado sin haber dado un solo golpe. La primera amarilla la vio después de discutir con Esmerado y la segunda, tras insultar al juez de línea. Antes y después, Schiavi pegó. Ya se sabe, un planchazo vaya y pase, pero insultar la investidura arbitral es imperdonable. (JM)
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