Ponen fin al estado de excepción en Pakistán

El presidente Musharraf promete elecciones limpias para enero próximo

ISLAMABAD (AFP) – El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, prometió que las elecciones de enero serán justas y transparentes, en un mensaje a la nación pronunciado unas horas después de levantar el estado de excepción impuesto hace un mes y que salvó al país, según sus palabras.

«Contra mi voluntad y como último recurso, impuse el estado de excepción y salvé a Pakistán de la desestabilización», explicó el ex general de 64 años, otrora jefe de las Fuerzas Armadas y ahora líder civil.

«Era inevitable, desde mi punto de vista, y por eso lo impuse», aseguró Musharraf en el mensaje grabado, destacando que se logró «poner fin

a la ola de terrorismo y activismo (islamista)» y «la situación mejoró en su conjunto».

Unas 700 personas han muerto en lo que va de año en Pakistán en atentados, más de la mitad desde julio, cuando el ejército allanó una mezquita tomada por fundamentalistas con un saldo de cien muertos.

Musharrah prometió además que las elecciones generales serán «justas y transparentes», y negó que esté tratando de amañarlas. «Algunos líderes políticos están hablando de manipulación en las elecciones del 8 de enero. Hablan de manipulación cuando ni siquiera empezó la campaña», agregó. «No tiene ningún fundamento», sentenció.

Musharraf, que tomó el poder hace más de ocho años gracias a un golpe de Estado militar incruento, decretó el estado de excepción el 3 de noviembre en esta República islámica y potencia nuclear de 160 millones de habitantes.

Más adelante, después de que sus aliados occidentales se lo pidieran en diversas ocasiones, prometió levantarlo antes del 16 de diciembre, fecha escogida para el inicio oficial de la campaña electoral. Bajo el estado de excep

ción, las autoridades arrestaron, sin control alguno de la justicia, a más de 5.000 opositores -que fueron liberados hace algunas semanas, salvo unos 30-, destituyeron a los jueces que cuestionaban la legalidad de la reelección de Musharraf el 6 de octubre e impusieron a los medios de comunicación una cierta censura. Musharraf nombró un nuevo orden judicial más dócil y un gobierno interino fiel, con el fin de preparar las elecciones.

«Todos los derechos fundamentales han quedado restablecidos», aseguró a la AFP el ministro de Justicia, Afzal Haider.

A pesar de las sospechas sobre la legalidad de las elecciones, los partidos de la oposición, tremendamente desunidos al igual que sus máximos representantes, los ex primeros ministros Benazir Bhutto y Nawaz Sharif, no lograron consensuar un boicoteo de las mismas y acabaron anunciando su participación.

El primer ministro británico, Gordon Brown, expresó su satisfacción por el levantamiento del estado de excepción aunque advirtió que se han de tomar medidas para garantizar la limpieza de los comicios.


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