Por el viento rescatan a dos pintores a 30 metros

Las fuertes ráfagas en Neuquén obligaron al rescate. Se partió un poste y cayó un cartel.

NEUQUEN (AN).- Faltaban algunos minutos para las cuatro de la tarde cuando una ráfaga de viento de más de 92 kilómetros por hora hizo tambalear el andamio sobre el que trabajaban dos pintores en la torre del Periodista de esta ciudad. Los hombres estaban en un décimo piso a unos 30 metros de altura y sudaron la gota gorda cuando el sistema de roldanas y sogas se trabó al tiempo que el andamio se hamacaba con más intensidad. Un grupo de rescate del cuartel central de bomberos ingresó al edificio y luego de entrar a un departamento desocupado en el piso 11, a través de la ventana pudieron rescatar a los pintores.»Estaban muy nerviosos, el andamio se les movía de un lado a otro y no podían no subir ni bajar; salimos unos minutos antes de la cuatro y en cinco minutos estuvimos ahí», afirmó el oficial de bomberos Pablo Herbalejo, a cargo del operativo que fue ejecutado por cinco efectivos. Ante el aviso, los bomberos salieron en dos autobombas, una de ellas provista con una escalera de 19 mts de largo extendida al máximo.

«Cuando llegamos nos dimos cuenta de que la escalera no nos iba servir de nada y se trazaron dos planes posibles: uno de ellos era bajar desde la terraza hasta el piso diez y la otra lograr la apertura de una ventana. Lo conseguimos, gracias al portero (Dante Gutiérrez) y conseguimos minimizar riesgos. Todo salió bien», afirmó Herbalejo en diálogo «Río Negro». Los pintores tenían un arnés pero corrieron el riesgo de quedar colgados: «Estaban trabajando con un andamio que tiene un sistema que no es el conveniente para este tipo de actividad y estuvieron en peligro real», sostuvo el oficial de bomberos.

Los problemas se multipli

caron entre las tres y media y las cinco de la tarde. En ese lapso, la temperatura bajó de 26,3 grados a 17 y el viento osciló los 70 kilómetros por hora. Fue cuando un poste telefónico de la calle Saturnino Torres se partió en la base y quedó sostenido por los cables sobre una casa con techo de madera. El poste tenía empalmadas conexiones eléctricas de una toma que está enfrente.

Los bomberos y la policía fueron los únicos que llegaron al auxilio. La cooperativa CALF estuvo desbordada y Telefónica sólo cuenta con un irritante contestador telefónico que promete respuestas. Los vecinos se quejaron y advirtieron que la empresa española -que ha tercerizado los servicios- no hace el mantenimiento de los postes y el cableado. Por otra parte, en el marco de la emergencia cayó un enorme cartel publicitario de una veterinaria en la calle Alderete.


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