Por la corona

Las historias musicales exitosas van -como el volumen- de menor a mayor y generalmente tiene denominadores comunes como por ejemplo: nacer en un pueblito y en un hogar muy humilde, tener un batallón de hermanos, ser muy pobre a tal punto de compartir hasta los sueños y bla, bla, bla llenando así un par de párrafos.

Entonces esta historia va a arrancar en el tercer párrafo. Cuando Michael Jackson conoce a Quincy Jones y juntos producen en 1983 Thriller.

Discazo multipremiado y vendido hasta el hartazgo. Produjo un quiebre no sólo en la vida de Michael Jackson y su billetera sino también en la música y en los video clips. Este trabajo lo convirtió en una superestrella que muchos comenzaron a amar al tiempo que a odiar. Thriller fue la quintaesencia del pop y hoy lleva vendido más de 114 millones de copias en todo el mundo según el Libro Guinness de los récords (es el disco más vendido en la historia de la música).

Y seguimos con los números: esta placa tuvo siete temas que llegaron al top ten como Thriller, Billie Jean, Beat It y ocho premios Grammy (de doce nominaciones).

El video de Thriller fue sencillamente una película, pero de 13 minutos. Tuvo un director (John Landis), escenografía, los mejores realizadores de efectos especiales, etcétera. Esto en épocas en que un video se hacia con dos cámaras, luces de colores, playback y mucho humo.

Michael Jackson hizo del baile una caminata lunar y transformó un par de guantes junto con un sombrero en marca registrada. Y a partir de esta asociación ya nada fue igual y cada presentación se transformó en show. Todos estos condimentos convirtieron al extraño y a la vez excéntrico Jackson en un exitoso icono del pop, por decir lo menos.

Hizo también en esta década un largo contrato comercial con Pepsi, tuvo un reconocimiento de Ronald Reagan y compró del catálogo de la ATV 250 canciones producidas o compuestas por Lennon y McCartney.

Sin embargo en los ´90, el autoproclamado «Rey del Pop», empezó a apoderarse de su personaje hasta que éste se lo devoró. Entonces el hasta ese momento cuento de hadas se transformó en una película de terror a la cual sólo le faltaba el final.

Ayer, Michael Jackson murió y el thriller que se veía blanco se puso negro.

 

GUSTAVO NORI gnori@rionegro.com.ar


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