Por la más deseada

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BUENOS AIRES (Cristian Helou, enviado especial).- “Sorry, Pico”. “Todo bien, David”. “Ay, no”. “Uh que linda”. Junto al sonido de las bolas, esas expresiones se escucharon ayer a la tarde, entre las 15 y las 16, la hora señalada para el último entrenamiento de los singlistas Juan Mónaco y David Nalbandian.

Fue en el court central de un vacío Parque Roca, que hoy seguramente tendrá otro color y mucho más fervor, a partir de las 11, en el Argentina-Rumania por la primera ronda de Copa Davis.

Ese “sorry, Pico” sonó varias veces y las disculpas tenían que ver con algunos palos fuera de línea. Erró bastante David en el comienzo, ante un tandilense pelilargo que estuvo letal, muy fino en sus golpes.

Las últimas cinco pelota fueron a morir y ahí sí, el Rey cordobés mostró su gran revés a dos manos y tuvo más constancia ante un Mónaco muy efectivo.

En realidad esta previa vino bien porque si se toman en cuenta los pronósticos, es el de Tandil el que debe estar más atento durante esta mañana.

David abrirá con Adrian Ungur en el arranque de la serie, pero Mónaco se las verá con Víctor Hanescu, el jugador de los rumanos y tal vez de la eliminatoria.

Además de la diferencia de ranking (19 del mundo contra 183), hay otros datos a tener en cuenta. Ungur tuvo que jugar qualys en Costa do Sauipe, Buenos Aires y Acapulco, y sólo en tierras aztecas se pudo meter en el cuadro principal, pero le tocó David Ferrer y apenas le sacó cuatro games al español. Está claro que partidos son partidos y que David no llega al ciento por ciento (por una hernia inguinal), pero la realidad es que no debería tener problemas para poner la serie 1-0. Nunca se vieron las caras en torneos de ATP.

A continuación será el turno de Mónaco-Hanescu. Pico le saca ventajas en el escalafón ATP (33 contra 59), pero al rumano le sobra experiencia copera. Su marca en la Davis es de 14 ganados-12 perdidos y Pico lo espera con un registro negativo de 2-4.

Claro que en esos datos hay que tomar en cuenta una cuestión clave, y es la superficie, porque tres de esas cuatro derrotas fueron en sintético y bajo techo: ante los checos Tomas Berdych y Radek Stepanek, en 2009, y ante el francés Michael Llodra, el año pasado.

Así como las estadísticas clarifican, a veces arman un lindo lío en el ‘mate’. El historial entre ambos está 1-1 y, creer o reventar, la victoria de Hanescu fue en polvo de ladrillo: 7-6 (4) y 6-4 en el MS de Roma 2010. Pico ganó el primer partido entre ellos, en la superficie dura de Auckland 2009, por un cómodo 6-3 y 6-4.

Desde las 11, todo el historial quedará a un costado y será el tiempo de otra Davis, la esquiva copa para Argentina.

El panorama es favorable, pero nunca hay que confiarse. Serán dos puntos claves y cuando se conozca el resultado, habrá que pensar en lo que viene.

Por ahora, el fixture dice que mañana se medirán Juan Ignacio Chela-Eduardo Schwank ante Hanescu-Horia Tecau y que el domingo abrirán Nalbandian-Hanescu y cerrarán Mónaco-Ungur.