Por qué el oro es el “refugio” preferido

AP

BUENOS AIRES (DyN) – El oro sigue imparable. El metal subió 8,3 por ciento en julio y en los tres primeros días de agosto sube otro 2% hasta alcanzar, ayer, un nuevo máximo histórico en 1.681,65 dólares la onza troy. Un nuevo capítulo de la crisis de solvencia europea, la debilidad de los indicadores económicos que aumentan las chances de recesión y el sabor amargo que dejó el acuerdo fiscal para aumentar el límite de endeudamiento en Estados Unidos alimentaron la demanda de oro como refugio, disparando su cotización que, desde principios de julio, rompió diez veces su récord. El metal precioso acumuló un alza de 17% en 2011, en línea con la tendencia de los diez últimos años, en los que registró ganancias y quintuplicó su precio. Si bien el precio del oro podría sufrir una toma de ganancias para los bancos de inversión, su cotización se ubicará dentro de un rango de entre 1.500 y 1.800 dólares la onza en el mes de diciembre. Pero para explicar por qué sube tanto es necesario entender las variables de su comportamiento. El oro es considerado un activo refugio ya que ofrece seguridad en épocas de incertidumbre, y su valor ha demostrado mantener su poder adquisitivo a través del tiempo. Como activo financiero, tiene tres propiedades fundamentales. Por un lado, no depende de la promesa de pago por parte de un emisor, lo que elimina el riesgo de default. En segundo lugar, a diferencia del papel moneda no puede ser emitido por ningún Banco Central, por lo que su oferta depende de la capacidad de producción y de las decisiones de sus tenedores. Y, finalmente, tiene una baja correlación con la mayoría de los activos, por lo que incorporarlo en las carteras reduce el nivel de riesgo.


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