Por qué le creyeron a la víctima
CIPOLLETTI (AC).- Los jueces le creyeron a la víctima. Le dieron validez a sus dichos no sólo por la impresión que les causó su relato, sino también por la prueba independiente, como el estudio psicológico del forense, los testimonios y la situación de que la joven «se expuso donde resultó perdidosa de casi la totalidad de la corta vida que tenía».
«No saca provecho de la situación que denuncia, por el contrario se perjudica, ya que a raíz de ésta sufrió la vergüenza pública, se expuso a la crítica masiva de sus compañeros de curso», enfatizó el Tribunal. Los jueces destacaron que le «gritaron sucia y cosas peores», que debió enfrentar situaciones judiciales para las que una persona de su edad no está preparada y padeció el temor de enfrentar la autoridad paterna.
«Es evidente que la situación que denuncia le provoca claras manifestaciones de angustia y conflicto intrapsíquico, tal como lo muestra el estudio pericial psicológico cuando habla del hallazgo de estrés postraumático con relación al evento que se investiga», dijeron en el fallo. Adjudicaron precisamente a este «estrés postraumático» sus «errores mnésicos» al evocar fechas y/o situaciones puntuales que rodearon al hecho.
«Recién puede narrar lo sucedido cuando se entera que la madre concurrirá a consultar al imputado con sus hermanitas más chicas (…), se suma la revictimización que el imputado hace en clase con el chiste sobre que exhibiera su cuerpo ante sus compañeros, o cuando el imputado hace el chiste que violaron a un preceptor. Estos acontecimientos ocurren cuando ya no está en presencia exclusiva del imputado y aceleran el develamiento del abuso sexual».
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