Por qué los evadidos eligen ocultarse en Neuquén

NEUQUEN (AN).- Por su gran movimiento comercial, por la cantidad de vías de escape que ofrece y porque el incesante flujo migratorio permite camuflarse con mayor facilidad, la capital neuquina se convirtió en los últimos tiempos en el principal refugio de la región para los presos que escapan de las cárceles de todo el país.

Al menos 100 evadidos estarían en esta ciudad según estimaciones oficiales de la Policía y el gobierno. Y la mayoría no llegó por azar: antes de escapar hizo los contactos necesarios en la cárcel para tener lugares donde ocultarse y hasta nombres de personas para planificar nuevos golpes.

Tres de esos evadidos fueron identificados el pasado 7 de agosto por el sargento ayudante Gabriel Jara (42) en la zona del Bajo, durante un patrullaje que realizaba con un compañero. Todo terminó en el descomunal tiroteo que le costó la vida a Jara apenas bajó del auto.

Hay tres aspectos que confluyen y que convirtieron a esta ciudad en la cabecera de delincuentes prófugos, por encima de otras ciudades como Comodoro Rivadavia, Mendoza, Bahía Blanca, a las que también suelen huir.

» Cantidad y diversidad de «objetivos». Hay una actividad comercial muy fuerte, lo cual es un gran atractivo para cometer robos y asaltos. Tanto las grandes empresas, como los pequeños y medianos comercios, ademas de las viviendas particulares, constituyen los blancos.

«Los últimos robos en casas del centro les significaron a los ladrones botines de al menos 20 mil pesos entre dinero y joyas», indicó una de las fuentes consultadas. «Hay mucha plata en la calle y esos 20.000 son el piso», remarcó.

Un dato para tener en cuenta y que refleja el volumen de la actividad comercial: según cifras oficiales del gobierno neuquino, sólo en julio último entre el Estado provincial, el municipio y el sector privado, se volcaron 400 millones de pesos en concepto de sueldos y aguinaldos. Todo este dinero se utilizó en consumo, inversión o ahorro.

» Diversas vías de escape. La ciudad limita con tres provincias y ofrece también diversos pasos internacionales hacia Chile. Para planificar la huida las alternativas son varias.

«El que roba en el centro de la ciudad y escapa en moto, puede estar en Cipolletti (Río Negro) en cinco minutos», ejemplificó una de las fuentes de la fuerza. «Hay varios puntos para planificar la huida y además los controles no son rigurosos: sólo en el puente carretero Neuquén.Cipolletti hay cámaras de vigilancia. En todos los demás accesos no», agregó.

Además, «el que conoce un poco se mete en cualquiera de las numerosas picadas y se pierde con rapidez», indicó otra fuente.

» Posibilidad de camuflaje. Según las estimaciones de funcionarios provinciales, en los últimos tiempos se radicaron un promedio de diez familias por día en esta ciudad. Llegan atraídas por el trabajo en el sector petrolero, o la posibilidad de establecerse en las tomas para subsistir con la ayuda oficial.

Este movimiento migratorio les sirve a los delincuentes como camuflaje. «En los barrios o en las tomas, la gente no se sorprende cuando llega alguien desconocido porque está acostumbrada a ver caras nuevas todo el tiempo, y así es más fácil pasar inadvertido», señalaron las fuentes policiales. Y los delincuentes no se encierran: «Consiguen documentación falsa y buscan un trabajo discreto o se meten en el comercio. Por ejemplo Espiasse el prófugo más buscado en la provincia estuvo un tiempo vendiendo autos», recordaron.

Sobre este escenario, uno de los obstáculos que tiene la Policía para recapturar evadidos es la falta de coordinación con las policías de otras provincias, remarcaron las fuentes.

Si bien cuenta con un departamento de reciente creación que se dedica a la búsqueda de prófugos, en el que trabajaba Jara, a veces se tarda hasta una semana en tomar conocimiento de que hubo una evasión en una cárcel vecina. «Ese es suficiente tiempo para que un evadido pueda planificar qué hacer y cómo moverse en esta ciudad», indicaron las fuentes.