¿Por qué se apagan las estrellas?
Bajo esa consigna Nación convocó a alumnos de primaria de todo el país a presentar un cuento. Desde San Javier, Yenifer Caro, fue seleccionada entre unos 700 niños.
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¿Porqué se apagan las estrellas?. Esa fue la consigna que iluminó cabecitas y llevó al cielo la imaginación en cientos de niños de todo el país.
En total fueron 700 los que presentaron sus trabajos y sólo 10 fueron seleccionados, entre ellos Yenifer Caro de ocho años de tercer grado de la primaria N°3 “Damián Amaya Ortiz” del paraje de San Javier, ubicado a unos 30 kilómetros de Viedma.
El resto de los niños seleccionados son de Córdoba, Salta, Santa Cruz y Buenos Aires. Esas 10 narraciones elegidas formarán parte de una antología que será editada por Nación.
Yenifer es la más chiquita de los 14 hijos de Clotilde y Esteban. El tema no fue difícil para ella, teniendo en cuenta que desde su casa a la vera de la ruta nacional N°3 tiene un interminable cielo regado de estrellas. Casi uno propio.
De allí que no haya dudado en narrar que “una noche entre otras tantas estaba mirando las estrellas y sus constelaciones porque me gusta mucho imaginarme cómo sería mi vida allá arriba….”.
Cuando llegó la invitación de esta convocatoria a la escuela coincidió con un movimiento de lectura importante en esos días. La seño Adriana Kruse había convocado a los padres y alumnos para trabajar en un “libro escenario”, una propuesta surgida de la Caja de la Fundación Leer dirigida a las escuelas rurales.
En el marco de esa reunión, la directora Laura Duval les trasmitió la invitación nacional y la consigna de las estrellas.
Ya en casa y mientras Clotilde amasaba los rutinarios cinco panes cada dos días, Yanifer comenzó a largar frases para luego darles forma.
“Mientras miraba las estrellas vi muy a lo lejos que el cielo comenzaba a quedarse limpito sin ninguna estrella…”. Como la forma del pan que se levaba, mamá colaboró en redondear esas ideas.
En la imaginación, Yenifer tomó su telescopio y “vi cómo la luna estaba tan enojada que se puso a barrer el cielo pero no se daba cuenta que estaba apagando las estrellas”. Al darse cuenta que el cielo quedaba a oscuras la luna de esta niña recordó que “si lloraba con cada lágrima que derramara se formarían de nuevo las estrellas .. porque “con tanta contaminación de la tierra la capa de ozono había llenado de polvo espacial a las estrellas y cuando la luna se puso a limpiar barrió tanto que cada estrella se fue cubriendo de polvo”.
Ese cielo estrellado de San Javier posibilitó que una escuela rural rionegrina llegara a Nación a través de una alumna de tercero que volvió encantada con la distinción y los paseos, sobre todo del museo que pisó por primera vez en Buenos Aires.
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