Por viejas carencias, vecinos de Valle Verde amenazan con cortes

VALLE VERDE (ACA).- Los pobladores de este paraje rural dieron un ultimátum a las autoridades provinciales. Si no hay respuestas en los próximos días cortarán la Ruta Provincial 57, por donde pasan todos los petroleros desde y hacia distintos yacimientos. Aseguran que hay carencias de toda índole en un sector en el que hubo más de 40 productores y hoy quedan sólo cinco, a punto de abandonar las chacras. “Invitamos al legislador municipal (Ramón) Villablanca, aunque no es una cuestión del municipio de Catriel, porque nadie nos atiende. Nosotros producimos en Valle Verde pero varios de nosotros o nuestras familias viven en Catriel. Queremos que él le diga a los funcionarios provinciales que tienen que venir acá y solucionar estas cosas. Les damos 10 días. Si no hay señales, vamos a cortar la ruta y no vamos a levantar aunque vengan a reprimir. Estamos hartos…”, afirmaron en una reunión que se hizo el martes pasado en el paraje. Valle Verde está a apenas 50 kilómetros de Catriel, pero quien viaja por allí tiene la sensación de que el viaje ha sido mucho más largo. Llegar hasta el lugar es todo un desafío. En Catriel, los remiseros tratan de evitar los viajes hacia allí y los que se animan cobran una tarifa altísima, que les permita reparar lo que casi seguramente van a romper. “Acá lo único que sirve es la camioneta. En auto ni intentarlo”, comentan los vecinos. Desde hace años, junto a pobladores de Peñas Blancas, vienen reclamando por las condiciones del camino. Lograron que un camión riegue todos los días y que haya una motoniveladora de manera permanente en Peñas Blancas. Pero el regador sólo mantiene el sector de ese paraje y un corto tramo del camino a Valle Verde, y la máquina -según los vecinos- hace más de dos meses que está rota. El servicio eléctrico es deficiente a punto tal que, según relató una vecina, “se cortó al electricidad el 31 de diciembre y recién vinieron a ver el día 5 de enero. Los llamás por teléfono y te toman el pelo o dicen que vienen y no lo hacen”. De hecho, una mujer que trabaja en el puesto sanitario -quien, para sumar, carece de movilidad y de teléfono- contó que no lleva vacunas porque con los cortes de energía se rompe la cadena de frío y se pierden las ampollas. “Traemos sólo las que vamos a utilizar, no podemos arriesgarnos a que se nos echen a perder los medicamentos”, comentó Mónica Acosta. A todo esto se le suman obras hechas por organismos provinciales con serias fallas. Hay puentes de acceso a caminos vecinales que están a una altura difícil de trepar con tractores y mucho más con carros tirados por caballos. El terraplén de esos puentes está elevado a casi tres metros de altura por sobre el nivel de la ruta. “Si tuviéramos que subir ahí con un acoplado cargado con jaulas de verduras, perdemos todas las jaulas en la subida”, ironizó uno de los chacareros. Además, los pocos productores que quedan aseguran que el DPA hizo un desagüe en el que el agua debe ir “contra de la ley de gravedad”, lo que inunda el camino y también corta el paso.


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