Becados de la UNC denuncian el mal estado de las residencias en Roca

Denuncian que alumos se quedan sin comer debido al recorte de 40 platos.

Becados de la Universidad Nacional del Comahue realizarán mañana un reclamo para visibilizar el deteriorado estado edilicio de las residencias universitarias de Roca, donde decenas de estudiantes viven durante el periodo de cursada de las distintas carreras. El reclamo tiene varios puntos, ya que también advierte que muchos alumnos se están quedan sin la posibilidad de comer, debido al recorte de unos 40 platos del comedor.

El reclamos se renuncia en “contra de la prevaricación de la vida estudiantil”, donde uno de los cuestionamientos más fuerte tiene que ver con el estado de las residencias universitarias ubicada el Calle Río Negro y Perú. A través de un informe, elaborado por una comisión integrada por no docentes, consejeros docentes, consejeros estudiantes, el secretario de Bienestar y representantes de la asamblea de residentes, se constató que la mayoría de las instalaciones eléctricas no son las correspondientes y no están autorizadas, las paredes tiene filtraciones de agua, hay caños rotos en baños y cocina, y la mitad de los calefactores no funcionan, mientras que el resto tienen perdida de monóxido de carbono.

Andres Menasza, miembro de la asamblea comentó que por este motivo y por el recorte de 40 becas del comedor, los estudiantes organizados en asamblea realizarán el domingo una olla popular a partir de las 18, en el predio universitario.

Estas residencias son un lugar muy importante para un gran numero de estudiantes de diferentes puntos de la región, provincia o del país, a la que pueden acceder a través de una beca otorgada de la Secretaría de Extensión y Asuntos Estudiantiles aquellas personas que certifiquen la dificultad para acceder a un vivienda en forma particular.

Los becados consideran que se trata de una crisis edilicia de muchos años y cuestionan duramente a las autoridades. Afirman que “han recibido por parte del rectorado de la universidad, un presupuesto de emergencia cuyo objetivo era ser destinado a cubrir la falta de fondos para las residencias. El cual no se ve reflejado en las condiciones edilicias en las cuales los residentes convivimos”

La preocupación de los estudiantes se desató cuando una de las joven que vive allí sufrió un desmayo a causa de la perdida gas de uno de los calefactores. En ese momento los residentes advirtieron que no se encontraba vigente el seguro que garantiza el servicio de ambulancias, “a raíz de la falta de pago”.

A través de un comunicado manifestaron que tanto la dificultad para acceder a las residencias, el estado de las mismas y le imposibilidad de pagar los impuestos, a cargo de los becados, se convirtió en un fuerte motivo de deserción estudiantil de las carreras que comprende la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y la Facultad de Lenguas.


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