Ícono histórico y lugar de citas

Fiel vigía de la vida patagónica, el Cerro de la Caballada identifica a la comarca tanto por su recuerdo de la gesta del <br />7 de marzo como por sus anécdotas.

A escasos 300 empinados metros del acceso Este a Carmen de Patagones y a minutos de las bocinas de los vehículos que atraviesan el puente ferrocarretero que une esta ciudad con Viedma, se encuentra el Cerro de la Caballada.

Es un fiel vigía de la vida patagónica y monumento nacional construido en defensa de la soberanía argentina.

Además de representar un hito histórico con el cual se identifica a la comarca, sigue siendo un atractivo turístico importante y el mejor punto panorámico como para registrar en selfies el paso de visitantes por ambas ciudades en horario diurno.

Allí se mezclan cierta ligazón urbana con un coqueto lugar de rotondas, un club de golf y, de vez en cuando, suelen incursionar en vuelo rasante martinetas “copetonas” y sus perdices.

Por las noches, es el lugar al que acostumbran a concurrir los enamorados, y algunos memoriosos recuerdan una anécdota contada por el fallecido gobernador de Río Negro, Mario Franco.

Este, en su ejercicio en la década del 70, recibió a una delegación de empresarios japoneses que estaban sondeando el terreno con la posibilidad de instalar una autopartista en San Antonio Oeste.

Evidenció cansancio en el grupo y luego se llevó una sorpresa en tren de confesiones, antes de la cita al más alto nivel gubernamental: gran parte de sus integrantes permaneció toda la noche en ese lugar contemplando las estrellas.

El argumento esgrimido por entonces fue que en el país nipón no podían hacer lo mismo con absoluta nitidez, como consecuencia de la capa de smog que despide la industrialización a mansalva.

El paseo en el Cerro de la Caballada tuvo su puesta en valor en el 2014, cuando se construyó un anfiteatro en forma semicircular con accesos de rampas, escaleras, un mástil, un playón, bancos e iluminación, piso y pintura.

Merced a esa iniciativa resalta aún más a la pirámide de mármol de color rosado, de 21 metros de altura. Esta es un homenaje a los defensores del ataque brasileño en el recordado combate de Patagones del 7 de marzo de 1827, cuando los escasos recursos militares con que contaba el fuerte de Patagones –no más de cincuenta veteranos de la guarnición–, acompañados de apenas un centenar de vecinos, chacareros, hacendados, peones, artesanos, comerciantes y morenos africanos, lograron la rendición de las columnas enemigas y sus embarcaciones.

Por este hecho, el Cerro de la Caballada fue declarado Monumento Histórico Nacional el 17 de octubre de 1960 por el gobierno de la Nación.

Fue declarado monumento nacional en 1960 y puesto en valor en el 2004, con la construcción de un anfiteatro con rampas, bancos e iluminación.

Punto de encuentro: Carmen de Patagones

Datos

Fue declarado monumento nacional en 1960 y puesto en valor en el 2004, con la construcción de un anfiteatro con rampas, bancos e iluminación.

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