Portugal también protesta contra el ajuste
LISBOA (AP) _ El gobierno se negó ayer a suspender un plan de austeridad pese a una huelga nacional iniciada por empleados públicos. La huelga de protesta contra la planeada congelación de salarios obligó a cancelar algunas clases, citas médicas y recogida de basura. La protesta, considerada la más amplia en cuatro años, es la prueba más reciente para el compromiso del gobierno socialista de reducir la deuda del país. Portugal, al igual que Grecia y España, ha acumulado deudas que han causado temores en los mercados financieros. Gonçalo Castilho dos Santos, secretario de estado para el Servicio Público, dijo que el gobierno no abandonará su plan de austeridad. Dijo que los portugueses no pueden “sacrificar el bien común por el bienestar individual”, y llamó a los trabajadores a aceptar la necesidad de recortes. “No hay espacio para maniobrar. Tenemos que mantener los niveles salariales y beneficios al mismo nivel del 2009’’, dijo Castilho dos Santos. Reportes de todo el país dijeron que algunas escuelas estaban cerradas mientras que otras habían cancelado unas pocas clases. Algunos trabajadores de hospitales y centros médicos se quedaron en sus casas, y pequeñas pilas de basura podían verse en las aceras de la capital, luego que se cancelase la recogida nocturna. El gobierno de minoría centroizquierdista incluyó las planeadas medidas de austeridad en su presupuesto del 2010, que deberá ser aprobado por el parlamento la semana próxima.
AP
LISBOA (AP) _ El gobierno se negó ayer a suspender un plan de austeridad pese a una huelga nacional iniciada por empleados públicos. La huelga de protesta contra la planeada congelación de salarios obligó a cancelar algunas clases, citas médicas y recogida de basura. La protesta, considerada la más amplia en cuatro años, es la prueba más reciente para el compromiso del gobierno socialista de reducir la deuda del país. Portugal, al igual que Grecia y España, ha acumulado deudas que han causado temores en los mercados financieros. Gonçalo Castilho dos Santos, secretario de estado para el Servicio Público, dijo que el gobierno no abandonará su plan de austeridad. Dijo que los portugueses no pueden “sacrificar el bien común por el bienestar individual”, y llamó a los trabajadores a aceptar la necesidad de recortes. “No hay espacio para maniobrar. Tenemos que mantener los niveles salariales y beneficios al mismo nivel del 2009’’, dijo Castilho dos Santos. Reportes de todo el país dijeron que algunas escuelas estaban cerradas mientras que otras habían cancelado unas pocas clases. Algunos trabajadores de hospitales y centros médicos se quedaron en sus casas, y pequeñas pilas de basura podían verse en las aceras de la capital, luego que se cancelase la recogida nocturna. El gobierno de minoría centroizquierdista incluyó las planeadas medidas de austeridad en su presupuesto del 2010, que deberá ser aprobado por el parlamento la semana próxima.
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