Posiciones encontradas en el PJ por un cargo clave

Buenos Aires .- «Eduardo, ¿vos te imaginas presidiendo las reuniones de gabinete cuando De la Rúa y «Chacho» Alvarez no estén en el país ?», le preguntó sin rodeas al hermano del presidente Menem el patagónico Osvaldo Sala, en la reunión del bloque de senadores del PJ, donde empezó a discutirse la conveniencia o no de ceder la presidencia provisional del cuerpo a la Alianza.

La bancada que preside el entrerriano Augusto Alasino tuvo posiciones encontradas sobre un tema que Fernando De la Rúa y Carlos «Chacho» Alvarez decidieron días atrás dejar para más adelante, entre otros motivos, porqué todavía no está resuelta dentro de la UCR la puja entre José Genoud, Mario Losada y José María García Arecha.

En el peronismo, hay un grupo encabezado por Eduardo Menem, Ernesto Oudín, Angel Pardo y José Luis Gioja, que defendieron la permanencia de un justicialista en la presidencia provisional porque «le corresponde a la primera minoría».

De este modo, y con presuntas instrucciones de Carlos Menem de no ceder el cargo a la Alianza, recordaron que en ninguna oportunidad Eduardo Menem presidió una reunión del gabinete nacional, y afirmaron que a la Alianza le conviene que ese cargo esté en manos del justicialismo para controlar a la mayoría del cuerpo.

Pero otros, como Augusto Alasino, Antonio Cafiero y hasta Eduardo Bauzá, se mostraron proclives a respetar a rajatabla la sucesión presidencial que empieza con el vicepresidente y continúa con el presidente provisional en caso de acefalía.

«Sí, pero si hay acefalía el presidente provisional debe convocar a una Asamblea que designe presidente. No ocupa el cargo hasta el fin del mandato», retrucaron del lado de Eduardo Menem.

Entre 1983 y 1989 el Senado fue presidido por el radical Edison Otero, pese a que en 1987 el peronismo ya tenía la primera minoría.

Algunos justicialistas, como Martiarena, sostuvieron en la sesión preparatoria de 1988 que «los resultados de las últimas elecciones nacionales están indicando que el justicialismo debería ser, prácticamente el que designe al presidente».

Mientras tanto Alberto Rodríguez Saá apoyó a Edison Otero «porque es la UCR la que no solo tiene legitimidad para gobernar, sino que es la que debe hacerse absolutamente responsable de la conducción del Poder Ejecutivo Nacional hasta que cumpla el período constitucional».