Potenciar el resto de las actividades productivas
Salvo la producción de aves y porcinos, el resto de las actividades productivas de la provincia muestra una tendencia negativa entre sus números.
Tomando como referencia el período 2013-2008, el stock de hacienda bovina cayó al 32%, cifra que equivale a la pérdida de cerca de 250.000 cabezas de ganado. La tendencia en ovinos es similar. Durante el período bajo análisis el stock cayó 43%, perdiéndose algo más de un millón de cabezas en estos últimos años.
Hablar de la crisis frutícola es comentar las cifras de producción y comercio. Hoy la actividad cosecha la misma cantidad de fruta que 20 años atrás y exporta volúmenes similares a los logrados hace más de 15 años. Tomando en cuenta el período 2008-2014, las ventas externas de pomáceas cayeron más del 30%. Ampliando este período a la actual temporada, este indicador se acerca al 50%.
Algo parecido ocurre con la producción de vinos en Río Negro. La estadística dada a conocer por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) da cuenta de que la salida de este producto desde la provincia pasó de los 36.800 quintales en el 2008 a menos de 26.000 quintales en el 2014, mostrando así un retroceso del 30%. Llevando esta comparación a la década del ’80, el desplome es mayor al 60%. Las exportaciones, por su parte, mostraron un importante crecimiento hasta principios de la presente década, pero luego se estancaron, producto en gran parte de la falta de competitividad que genera el retraso cambiario del modelo económico nacional.
En los valles rionegrinos existen miles de hectáreas disponibles para potenciar cada una de estas actividades mencionadas. Muchas de las explotaciones bajo riego que hoy se encuentran abandonadas deberían reconvertirse a producciones alternativas que sirvan como soporte de actividades que ya están desarrolladas en la provincia (pasto-bovino, grano-porcino, etc.).
En esta misma línea, el boom porcino que se percibe en estos últimos años se debería aprovechar con un programa que muestre resultados en la zona. Si bien se observa una mejor performance de esta actividad en la provincia, faltan indicadores y estadísticas básicas para poder evaluar dónde estamos y hacia dónde queremos ir con la producción.
La industria de carne de aves es una de las pocas que están mostrando un desarrollo consistente en estas últimas décadas.
Los datos oficiales reflejan que en el período 2008-2014 la oferta de faena en Río Negro creció 16%. Si bien este indicador relativo parece bajo, es importante por los valores nominales de los que estamos hablando: la faena en el 2014 alcanzó en toda la provincia los 21,1 millones de cabezas. Teniendo en cuenta que la población de Río Negro supera las 500.000 personas, claramente esta industria abastece con su producción a mercados por fuera de los límites territoriales.
Un dato muy positivo.
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