Pou contraataca criticando las ideas del ministro de Economía

El presidente del Banco Central dejó entrever que el peso está devaluado

El presidente del Banco Central (BCRA), Pedro Pou, rechazó la recomendación de Domingo Cavallo de implementar una política monetaria expansiva, acusó al ministro de no tener un programa económico, dejó entrever que el peso está devaluado y remarcó que existe «gran desconfianza» de los inversores por los activos argentinos.

Por su parte, el jefe del Palacio de Hacienda insistió ayer por la tarde en la necesidad de ampliar la paridad cambiaria del peso al euro y anticipó que enviará en los próximos días un proyecto de ley al congreso con esa orientación.

En una carta remitida el miércoles a Cavallo y al presidente Fernando de la Rúa, Pou recalcó su intención de mantener una política monetaria «prudencial, mientras siga siendo presidente de la entidad» y defendió la solvencia del sistema financiero local.

Los párrafos centrales de la misiva enviada por Pou a Cavallo y a De la Rúa, quienes minimizaron los cuestionamientos del jefe monetario y ratificaron el respeto por la autonomía del BCRA, fueron difundidos ayer por radio Mitre.

En el texto, Pou se quejó porque Cavallo, en declaraciones públicas, endilgó la responsabilidad de la recesión al Banco Central y «a las malas ideas de los economistas» y alertó porque la cotización del dólar anualmente está hasta «50 % por arriba de la paridad» con el peso.

«Usted cree que el precio del mercado del dólar es hoy distinto de un peso, cuando el dólar a futuro cotiza a 20, 30 o 50 % anual por sobre esta paridad. Si desconociéramos esa realidad y fijáramos arbitrariamente un precio de compra inferior al mercado, incumpliríamos la ley y al mismo tiempo asumiríamos la potestad de fijar un impuesto, algo que sólo el Congreso tiene autorizado», señaló. Pou defendió su accionar al frente del Central y le recordó a Cavallo que «en estos momentos, son las reservas constituidas por el BCRA las que contribuyen a rescatar al Tesoro nacional, dándole a usted tiempo, mínimo tal vez, pero tiempo al fin para que implemente su programa económico».

Por su parte Cavallo, insistió con su idea de ampliar la paridad cambiaria y anticipó que el Gobierno enviará al Congreso un proyecto para ratificar y extender la convertibilidad que busca sumar el respaldo del euro al peso y, no dejó pasar la oportunidad de decir que el viernes habló con el presidente sobre un eventual cambio de timonel en el Banco Central. (Infosic)

Polémica por un eventual llamado a elecciones

La propuesta surgida en sectores del gobierno argentino de llamar a elecciones para cubrir el puesto vacante de la vicepresidencia, con la eventual candidatura oficialista del ministro de Economía Domingo Cavallo, provocó ayer reacciones contrapuestas en el escenario político .

Los colaboradores más cercanos del presidente Fernando de la Rúa consideran -según diversas versiones de prensa- la posibilidad de agregar en los comicios legislativos de octubre próximo la elección de un nuevo vicepresidente, puesto que quedó vacante en octubre pasado con la renuncia del jefe frepasista Carlos Alvarez.

De acuerdo a estas fuentes, se propondría a Cavallo como candidato oficial, en una iniciativa para legitimar su ingreso al gobierno de la Alianza integrada por la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frepaso.

También buscaría evitar que el ministro de Economía se presente junto al opositor Partido Justicialista (PJ, peronista) en los comicios legislativos y completar la línea sucesoria del presidente.

Desde el peronismo, el senador Eduardo Menem consideró que sería «un factor de perturbación políticamente inconveniente y hasta dudoso» en el aspecto constitucional.

El político, hermano del ex presidente Carlos Menem (1989-1999), cuestionó qué sucedería en el caso de que ganara el PJ la elección. «Fíjese la ridiculez de que el vicepresidente pueda ser de otro partido, en este caso de la oposición. ¿Qué pasaría? ¿Quién presidiría las reuniones de gabinete y quién firmaría los decretos cuando no está el presidente?», preguntó.

En el oficialismo también surgieron voces en contra. El senador radical Leopoldo Moreau consideró que no tiene «ningún sentido» postular a Cavallo a la vicepresidencia porque para eso se debería crear una nueva Alianza, en la que se debería incluir al partido del ministro, Acción por la República.

En el partido de Cavallo reconocieron en tanto que les agradaría que Cavallo fuera vicepresidente. Un colaborador del ministro, Alfredo Castañón, puntualizó que la idea sería «una locura» porque «metería ruido en la economía, que necesita de Cavallo tiempo completo».

«Argentina debe reestructurar su deuda»

El profesor de economía y finanzas de la Universidad de Columbia (EEUU), Charles W. Calomiris, señaló este fin de semana que Argentina debe reestructurar su deuda lo antes posible para evitar problemas mayores en el largo plazo.

En un artículo de opinión titulado: «Argentina no puede pagar su deuda», publicado en la edición de fin de semana de The Wall Street Journal, Calomiris dice que retrasar más la reestructuración de la deuda «es probable que aumente el daño en el mercado local y en otros mercados, particularmente en Brasil».

El profesor recuerda que Argentina tiene una deuda externa de 198.000 millones de dólares y unas tasas de interés de dos dígitos. Dicho esto, señala que «incluso si Argentina logra controlar su déficit fiscal necesitará gastar cerca de la mitad de sus ingresos por exportaciones sólo en pagar el servicio de la deuda».

Para el economista hay tres fuertes razones que hacen conveniente una reestructuración de la deuda. La primera es que la reestructuración impulsará el crecimiento económico, puesto que una medida de este tipo tiende a aumentar la confianza en el largo plazo. Calomiris recuerda el aumento de los flujos de inversión en América Latina una vez que se llegó al acuerdo de renegociar la deuda de varios países bajo la fórmula de los llamados bonos Brady.

La segunda razón es que la caída que experimentarían los bonos argentinos sería bastante pequeña, dado el bajo nivel en el que se encuentran actualmente. El economista estima que si el perdón de deuda asociado a las reestructuración es del orden del 25 al 30 %, la caída de títulos argentinos sería del orden del 10 al 15 %. «Esto no haría quebrar a los bancos argentinos, ni desencadenaría una violenta venta masiva de títulos de deuda de mercados emergentes», aseguró.

La tercera razón es el hecho de que posponer la reestructuración de deuda podría afectar seriamente los prospectos de largo plazo. El economista cree que una reestructuración que cuente con respaldo o de inversores, podría negociarse de forma muy expedita.La opinión de Calomiris no es compartida por los analistas de Wall Street, quienes creen que una reestructuración de la deuda en Argentina tendría efectos durísimos para el país y sus vecinos. (EFE)


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