Premiaron a pioneros del funcionamiento celular 9-10-03

Un estadounidense y un británico, laureados por la academia sueca

El estadounidense Robert Engle y el británico Clive Granger fueron distinguidos ayer por la Academia Sueca de Ciencias con el Premio Nobel de Economía 2003, «por sus métodos de análisis de series temporales económicas con volatilidad estacional (ARCH)».

Los investigadores utilizan los datos en forma de series temporales, es decir, como secuencias cronológicas de datos, para poner en evidencia las relaciones y probar las hipótesis de una teoría económica. Tales series temporales muestran el desarrollo del producto interno bruto (PIB), de los precios, de las tasas de interés, de las cotizaciones de las acciones y de otros parámetros. Ambos laureados diseñaron en los años 80 nuevos métodos estadísticos para tratar dos propiedades clave de muchas series temporales económicas, la volatilidad estacional y la no estacionalidad, destaca la Academia sueca en el anuncio.

Según la academia, Engle fue responsable de crear una «herramienta imprescindible, no sólo para los científicos, sino también para los analistas financieros», al desarrollar un instrumento que permite modelar estadísticamente la volatilidad de muchas series temporales. Por su parte, Granger definió aún más estos métodos estadísticos al trabajar con las series temporales que se denominan no-estacionales.

Robert F. Engle, de 60 años, es profesor de administración de servicios financieros en la Universidad de Nueva York. Clive W. J. Granger, de 69 años, ejerce actualmente como profesor emérito de economía de la Universidad de California.

La mayor distinción en economía, otorgada por el Banco de Suecia, está dotada este año con un premio en dinero de diez millones de coronas suecas (1,3 millones de dólares), que ambos compartirán por partes iguales. Será entregada en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario del fallecimiento del creador del premio, Alfred Nobel.

El Premio Nobel de Economía correspondió el año pasado al israelí Daniel Kahneman y al estadounidense Vernon L. Smith, por haber integrado la investigación psicológica en la ciencia económica y haber establecido experimentos de laboratorio como herramienta en el análisis económico empírico. Con el anuncio de ayer, vuelve a confirmarse el dominio estadounidense en el Nobel de Economía, concedido por primera vez en 1969. De los 51 ganadores 40 trabajaban en el momento de la distinción en instituciones científicas en Estados Unidos, y además 33 de ellos eran ciudadanos estadounidenses.

Este galardón, denominado literalmente «Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel», es diferente de los demás premios (Paz, Literatura, Medicina, Física y Química), ya que no forma parte del legado de Alfred Nobel (1833-1896). La Academia Sueca, que desde 1901 concede el Nobel de Literatura, reclama desde los años 90 oficialmente que este galardón sea suprimido. (DPA)

El Premio Nobel de Química 2003 fue concedido a los científicos estadounidenses Peter Agre y Roderick MacKinnon por sus descubrimientos sobre los canales iónicos y de agua en las membranas celulares, anunció la Real Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo.

Los descubrimientos de estos investigadores permitieron dilucidar la forma en que las sales (los iones) y el agua son transportados a través de las paredes de la célula, lo que permite comprender a nivel molecular cómo los riñones retiran el agua de la orina primaria y cómo aparecen y se propagan las señales eléctricas emitidas por las células nerviosas.

«El hallazgo es de importancia capital para comprender un gran número de enfermedades renales, cardíacas, musculares o que afectan al sistema nervioso», precisó la Real Academia Sueca de Ciencias. «En 1998 Agre realizó un hallazgo muy importante, pues descubrió unas proteínas que están en todas membranas celulares que se llaman acuaporinas, por las cuales se mueve el agua a través de las membranas», explicó Basilio Kotsias, doctor en medicina e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

«Las alteraciones en los canales iónicos se traducen en enfermedades como las parálisis familiares, la miostenia o el síndrome de QT Prolongado, que puede dar origen a arritmias ventriculares, una de las causas de lo que se conoce como muerte súbita», explicó Kotsias. Apuntó también que «el aumento o disminución de las proteínas acuaporinas esta relacionado con enfermedades. Gracias a estos hallazgos hay más conocimiento de la fisiopatología de muchas enfermedades «, concluyo .

Agre, de 54 años, es actualmente profesor de química biológica en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. A los 47 años, MacKinnon trabaja como profesor de neurobiología molecular y biofísica en la Universidad Rockefeller de Nueva York. La mayor distinción en química está dotada este año con un premio de 1,3 millones de dólares, que ambos investigadores compartirán. (Télam-SNI).


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