Preocupa el cierre de establecimientos gastronómicos

Archivo

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El sindicato gastronómico (Uthgra) exigió el pago de las indemnizaciones y los salarios caídos a los 18 empleados de la confitería Frawens, que cerró sus puertas hace pocos días y tendría plazo hasta fin de mes para cumplir con la obligación. El cese de la actividad comercial con despidos masivos de personal replica lo ocurrido en las últimas semanas en el hotel Dazzler y el pub Dusk, que derivaron en ruidosas protestas callejeras. El secretario gremial de Uthgra, Ovidio Zúñiga, dijo que en estos dos casos alcanzaron acuerdos para que los trabajadores cobren sus haberes e indemnizaciones. Explicó que en el caso de Frawens “la intención de los dueños es vender las pertenencias que quedan dentro del local y con eso saldar la deuda con los empleados, pero difícilmente consigan reunir los 500.000 pesos que necesitan”. Por eso el gremio se declaró en alerta y advirtió que realizará “escraches” si las indemnizaciones no son liquidadas “al 30 de mayo”. Zúñiga aclaró que la protesta estará dirigida no sólo hacia los propietarios de la franquicia Frawens sino también a sus garantes solidarios. Este diario intentó ayer comunicarse con la firma, pero nadie atendió los teléfonos. Dijo que en el caso de Dazzler convinieron que los trabajadores cobrarán un 50% de los salarios caídos y de la indemnización cuando la Cámara del Trabajo homologue el acuerdo y el otro 50% repartido en cuotas, “con el 1% de interés mensual”. Los trabajadores de Dusk llegaron a su vez a un acuerdo para cobra el 80% de las indemnizaciones, vacaciones adeudadas, sueldo de abril y preaviso en un solo pago al momento de la firma. En este último caso, esa obligación le demandará a la firma unos 350.000 pesos. Zúñiga dijo que a partir de estos tres cierres “son casi 50 familias que se quedan sin sustento” y con poca perspectiva de conseguir trabajo en la actividad. “Además –agregó–, el seguro de desempleo es una miseria de 450 pesos y no se actualiza desde 2003”. Consultado sobre las razones de los cierres, Zúñiga dijo que el hotel Dazzler alegó “las secuelas del volcán y de la gripe A, de lo que no se pudo recuperar”. Mientras que los bares y restaurantes padecen “los altos costos laborales, los alquileres, la inflación y la suba de costos que no pueden trasladar a los precios porque salen de la competencia”. Opinó que esas razones pueden estar justificadas, “pero lo que deberían hacer es llevar los planteos a las cámaras empresarias y de allí al gobierno nacional”.