Preocupa el consumo de alcohol en los balnearios

Aumentan las peleas y se complican los rescates para los guardavidas. Los jóvenes toman a toda hora.

Matías Subat

NEUQUÉN (AN).- En la ciudad se está arraigando cada verano con más fuerza el consumo de alcohol en los balnearios, durante el día y la noche. El municipio incrementó los controles en colaboración con la policía provincial en los ingresos y egresos al Río Grande, Sandra Canale y Albino Cotro. Desde el Sindicato de Guardavidas aseguraron que el consumo de alcohol comienza en las horas tempranas de la tarde, lo que complica las tareas de control y seguridad de los bañistas.

Durante el fin de semana pasado el municipio realizó 24 test de alcoholemia positivos en diferentes puntos de la ciudad, en la mitad de los casos se procedió al secuestro de los vehículos. En la zona de balnearios se retuvieron nueve automóviles, cuyos conductores excedieron el máximo de alcohol en sangre permitido para conducir. Los inspectores municipales además labraron 90 actas de infracción por ruidos molestos, falta de documentación personal o del vehículo.

Pese a que rige el receso administrativo, decretado para enero por el intendente Horacio Quiroga, desde la subsecretaría de Coordinación que tiene a cargo el cuerpo de inspectores, se decidió mantener a todo el persona trabajando a destajo e incrementar los controles en la zona balnearia del Río Limay. Durante los fines de semana trabajan en la calle unos 70 agentes municipales a cargo de las inspecciones.

“Hemos sumado más puestos de control en los balnearios porque está creciendo el consumo de alcohol. Este fin de semana fue movido ya que encontramos muchas personas que no superaron el test de alcoholemia y detectamos también muchas infracciones a las normas de tránsito”, comentó Francisco Sánchez, subsecretario de Coordinación.

Para Juan Carlos Palacios, secretario general del Sindicato de Guardavidas, cada verano va incrementando el consumo de alcohol a la orilla del río. “Este año no hemos tenido rescates importantes, pero con el consumo de alcohol aumenta el trabajo de las enfermerías de los balnearios. Los chicos se lastiman, se caen, se pelean”, aseguró.

Palacios, que trabaja en el Sandra Canale, aseguró además que la policía provincial realiza recorridas permanentes por los tres balnearios municipales. “A nosotros se nos complica cuando los chicos, luego de tomar alcohol se sumergen en zonas más profundas, o cuando faltan parrillas y hacen fuego debajo de los árboles, tenemos que ir para alertarlos del peligro. No siempre reciben la sugerencia de buena manera”, agregó el guardavida.


Matías Subat

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