Preocupa el número de intoxicaciones con monóxido

Sólo en Neuquén ya se cobró tres vidas en el 2015. Aconsejan ventilar los espacios y controlar equipos.

NEUQUÉN

La llegada del frío y el uso de la calefacción engrosan las estadísticas por intoxicaciones con monóxido de carbono. En el transcurso del 2015 se registraron, al menos oficialmente, tres muertes en la provincia y tan sólo en la ciudad capital se han realizado 65 asistencias por exposición prolongada a este gas. La mayoría de los casos ocurrieron en viviendas de familias de clase media y alta.

Es un enemigo casi imposible de detectar: «No se puede percibir con ninguno de los sentidos, no se puede oler, observar, tocar, ni sentir el gusto. La única forma de detectarlo es pensando, si uno se da cuenta que le cuesta pensar o razonar, es porque está expuesto al monóxido», explica Luciana Ortiz Luna, directora del Servicio Integrado de Emergencias de Neuquén (SIEN), que lleva un registro de cada asistencia.

Afirma que el monóxido de carbono es un «veneno más potente que el de una araña» y que, si bien es muy difícil de detectar, el tratamiento es muy sencillo. El remedio es asistir al paciente con oxígeno.

Los síntomas son variados y pueden ser una buena forma de detectar a tiempo la intoxicación. Una vez inhalado el gas se propaga por el torrente sanguíneo e impide la llegada de oxígeno a todos los órganos y tejidos. Algunos miembros del cuerpo son más sensibles que otros, el corazón, el estómago y el cerebro, por ejemplo, en ellos genera dolores de cabeza, descomposturas y dolores de pecho, en el peor de los casos un paro cardíaco.

«Una buena forma de detectarlo es cuando uno está acompañado, ver si la otra persona presenta molestias similares. Otro parámetro son las mascotas, que por lo general son más sensibles», señaló. Las recomendaciones ante estos eventos son principalmente abrir puertas y ventanas, permitir la ventilación, y llamar al servicio de emergencias al 107. Por otro lado, no se recomienda encender luces, ni artefactos eléctricos, ya que el gas tiene un alto indice de explosión.

En la ciudad se atendieron hasta el momento unos 65 casos de intoxicación. Si bien el sentido común indicaría que esto ocurre entre las familias más humildes, paradójicamente «la mayoría de los casos se detectan en los sectores de la clase media y alta».

Esto ocurre porque en las viviendas más precarias la ventilaciones son más fluida. Los problemas en general ocurren en viviendas de mejor construcción, por no limpiar correctamente los tiros balanceados de calefactores o tener sistemas de calefacción sin ventilación.


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