Flexibilizar la barrera, una preocupación en la industria porcina

La decisión del gobierno nacional de flexibilizar la barrera del río Colorado cambia nuevamente las reglas de juego en la región. Ganadores y perdedores por la medida.

La apertura de la barrera para que ingrese carne de cerdo a las góndolas de la Patagonia sin lugar a dudas genera un nuevo cambio sobre las reglas de juego del mercado con ganadores y perdedores.

Los primeros, están ubicados en las zonas del norte del país. Los segundos, aquellos que apostaron para industrializar la producción en Río Negro y Neuquén.

“No estamos de acuerdo con el cambio de reglas de juego sin la debida planificación. A menos de dos meses de inaugurar una planta de faena de cerdos con una inversión de 40 millones apostando al desarrollo porcino de la región, vemos como Senasa realiza una consulta pública para permitir el ingreso de carne de cerdo y embutidos desde el norte hacia la Patagonia cuando esto no se permitió durante más de treinta años por motivos sanitarios”, aseguró Sergio Seisdedos, Gerente de Fridevi, ante una consulta de este medio.

Las modificaciones no obedecen tanto a factores sanitarios sino a más bien a presiones políticas que llegan desde el Gobierno Nacional.

La gran producción de cerdos del país se concentra al norte del río Colorado y en estos últimos meses se vio afectada por las importaciones que llegaron desde Brasil, uno de los grandes oferentes mundiales de este tipo de carnes.

Las quejas del sector porcino para regular las exportaciones provenientes del vecino país no se hicieron esperar.

En una de las últimas reuniones entre el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, y la cámara que agrupa a los empresarios de la actividad quedó en claro que el problema porcino está en un lugar no muy destacado de la agenda nacional. “Brasil es nuestro principal socio comercial e ingresamos en una nueva etapa política. No podemos poner trabas ahora cuando estamos padeciendo una crisis en el sector automotriz hacia donde exportamos más del 80% de nuestra oferta”, confiaron desde Agricultura tras una consulta telefónica. En otras palabras: hay que sacrificar parte de la industria porcina para salvar a la automotriz. Simple ecuación costo-beneficio.

Ante las presiones del sector porcino, el gobierno ofreció flexibilizar la barrera sanitaria del río Colorado para permitir el ingreso de carne a este importante mercado hasta ahora vedado para la industria del norte.

“Nos preocupa los cambios en las reglas de juego. Esperábamos para el 2020 la flexibilización de la barrera… pero bueno ya estamos acostumbrados a estas idas y vueltas. Hace más de 20 años que estamos en el negocio y esto nos va a modificar nuestra capacidad de trabajo”, manifestó confiado Carlos Cantoni, titular de “Granja El Amanecer”, una importante industria ubicada en Cutral Co.

Para la mayor parte de los operadores del sector, la crítica a esta nueva medida está puesta, en primera medida, en la falta de certidumbre para poder desarrollar la actividad, atraer inversiones y generar nuevos puestos de trabajo.

Competitividad

Todos coinciden que sin un horizonte de mediano plazo estable es muy difícil poder llegar a estos objetivos. Pero también están los problemas de competitividad. Los costos de producción al norte de la barrera del río Colorado son 30% inferiores a los de la Patagonia. Ni hablar cuando se los compara con los de Brasil, que cuenta con una industria de alta competitividad a nivel mundial.

“No nos oponemos a cambios que se puedan o deban realizar en las barreras a futuro, sólo decimos que debemos contar con los plazos adecuados para que todos los sectores tengan reglas claras. Creemos que con esta medida se atenta más que nada fuertemente a la producción porcina regional y obviamente esto en principio nos perjudica a todos los actores en la Patagonia y beneficia a productores e industria –mano de obra– en el norte del río Colorado”, remarcó Seisdedos en otra parte de la conversación.

La promesa de Nación frente a todos estos cambios es a baja del precio del producto en góndola.

Pero eso difícilmente suceda ya que el precio de la carne porcina está, en este mercado patagónico, relacionada con la bovina. No es la lógica del mercado nacional. Mientras que en Buenos Aires, Capital Federal o Córdoba el precio de la carne porcina está en un promedio 35% por debajo de la vacuna, al sur del río Colorado esta relación no se mantiene. Es más en mucha ocasiones, cortes de carne porcina son más caros que su par bovina.

La mayor presencia de carne puede que en algún momento haga caer los precios en la góndola pero la historia muestra que las cotizaciones en el mercado durante estos últimos años pocas veces a respondido en función de la oferta y la demanda.

Tendencias en el mercado porcino

Dato

Datos

En el acumulado de los primeros ocho meses del 2016 la producción nacional de carne porcina fue de 340.000 toneladas, un 8,7% por encima de igual período del 2015.
La faena nacional creció en este período un 9,8% con respecto al año pasado, con la industrialización de casi 3,9 millones de cabezas.
El consumo aparente a nivel nacional presentó un incremento del 10,5% con 353.000 toneladas y alcanzó el récord de 12,3 kg/habitante, por lo que se verificó un incremento del 11% con relación a igual período del 2015.
$ 40
millones fueron los que invirtió la empresa Fridevi para desarrollar el mercado porcino al sur de la Patagonia.

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