Principal sospechoso del atentado en Bali
YAKARTA (ANSA) – Abu Bakar Baashir, el religioso musulmán detenido ayer por la policía indonesia en un hospital de Solo (Java), está considerado como jefe de la Jemaah Islamiah (JI), una misteriosa organización extremista cuyo objetivo sería crear por la fuerza un estado islámico en el sudeste asiático.
Hasta ahora Baashir no fue acusado formalmente de la masacre del 12 de octubre en Bali, a la que condenó por «diabólica e inmoral», pero la detención de ayer confirma que es el sospechoso número uno en Indonesia. De 64 años y origen yemenita, aprecia a Osama ben Laden y, sobre todo, siempre negó que la Jemaah Islamiah exista, y que él sea su jefe.
Oficialmente presidente del Consejo de Mujaidines Indonesios -que predica la aplicación de la sharia (ley islámica)- afirma querer sólo «propagar la verdad del Islam».
Hasta ahora, pese a las fuertes sospechas que pesan sobre él y la Jemaah, vivió y se movió libremente en Indonesia.
La Jemaah al parecer comenzó a adquirir una estructura en los años 70, haciendo referencia a precedentes experiencias de movimientos nacionalistas musulmanes de fin de los años 40 y principios de los 50.
La mayor parte de aquellas fuerzas, que querían un estado islámico, fue reprimida o neutralizada en los años 60 tras el ascenso al poder de Suharto.
A principios de los 70, junto con el religioso Abdullah Sungkar, Baashir tomó la conducción del movimiento Juventud Islámica, y comenzó la obra de proselitismo en la isla de Java, la más grande de las 17.000 que forman Indonesia, el país islámico más populoso del mundo (220 millones de habitantes).
En los últimos días, Baashir había sido convocado por la policía de Yakarta tras declaraciones de Omar al Faruq, un kuwaití arrestado en Indonesia, luego entregado a los norteamericanos, que confesó ser miembro de Al Qaeda. Este lo involucró en una serie de proyectos de atentados en Indonesia.
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