Prisión preventiva para dos de los tres autores de una entradera
Fueron procesados y con prisión preventiva por el robo con el uso de arma de fuego en la vivienda de calle Brown en Viedma.
Procesamiento con prisión preventiva para dos hombres que protagonizaron una “entradera” en Viedma. El tercer protagonista de 17 años también fue procesado y ordenada su internación en una dependencia de la subsecretaría de Promoción Familiar.
A Fabricio Tarruella de 20 años y Martín Salinas de 23 se les imputó la coautoría de “robo triplemente calificado por acometimiento con el uso de arma de fuego apta para el disparo, por haber sido cometido en lugar poblado y en banda y por la participación de un menor de edad, en grado de tentativa”, mientras que al joven de 17 se le imputó el mismo delito doblemente calificado.
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El hecho ocurrió en la mañana del 5 de este mes en la céntrica Brown al 700 en momentos en que la propietaria la vivienda regaba el jardín delantero y los desconocidos le pidieron agua. Cuando Isabel Gamiochipi ingresó a la casa a buscar un vaso los delincuentes la siguieron, la redujeron y la ataron para atarla e intentar apoderase ilegítimamente de sus bienes.
Un sobrino que dormía en el quincho de la casa escuchó el grito de auxilio de su tía y llamó al 911, generando el arribo inmediato de la Policía cuando aún estaban en la casa los malvivientes que intentaron escapar por los paredones vecinos y fueron detenidos.
Para el juez penal de Viedma, Carlos Mussi, la inmediata llegada de los policías comprometió la situación de los imputados y “el buen proceder de los uniformados frustraron la clara intención de apoderarse de los bienes de la víctima, que ya le habían exigido la entrega de 700 pesos, y dos celulares que fueron recuperados mientras ya estaban en poder de los delincuentes”.
Destacó lo señalado por la víctima en relación a que los imputados estuvieron no más de cinco minutos en su domicilio, “lo que les alcanzó para reducirla, atarla, y exigirle a punta de arma de fuego que le entregue sus pertenencias”. Respecto de la prueba reunida, el magistrado sostuvo que “poco pudieron ensayar los imputados en su descargo, limitándose a dar una versión que en nada pudo ser atendida por el tribunal, esbozando una secuencias de hechos de difícil comprobación, máxime si se analizan sus dichos frente al hallazgo en poder de los encartados de los elementos denunciados como sustraídos por la víctima”.
Destacó también la actitud asumida por el cabo Quiñenao, quien ingresó a la vivienda tras observar a los imputados agazapados y armados. “Debió efectuar un disparo al aire para que depusieran esa actitud y no lograran su cometido”, agregó.
Mussi tuvo en cuenta también para ordenar las prisiones los antecedentes penales de Salinas que al momento del hecho se encontraba cumpliendo una pena de 11 años de prisión que se agotará en abril de 2022 y había comenzado a gozar del beneficio de salidas transitorias, mientras que contra Tarruella pesan más de dos procesos en trámite por robos, “lo que hace suponer que los encartados no responderán a ninguna medida cautelar menos gravosa que la prisión preventiva”.
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