Procesan a cuatro jefes policiales por asociación ilícita

VIEDMA (AV).- El comisario mayor Raúl Paolini fue procesado por el delito de «asociación ilícita», al igual que los otros tres policías detenidos. Se le imputó además «abuso de autoridad» y «violación de los deberes de funcionario público». El procesamiento no incluyó detención.

Por otra parte, al mayor Carlos Gorostarzu, quien se desempeñó como secretario General de la Jefatura de la Policía, se lo procesó por «abuso de autoridad» en forma continuada en concurso ideal con «peculado». Por este último delito y fraude a la administración pública se le dictó el procesamiento al suboficial Carlos Alfredo Spaiger y se dispuso la falta de mérito al subcomisario Héctor Hernández.

Todos fueron indagados en el marco de la investigación de la asociación ilícita por la cual se encuentran detenidos el subcomisario Marcelino Pedrozo, los oficiales principales Ricardo Sales y César Curiqueo. Además está procesado y excarcelado el suboficial Daniel Donato. A los funcionarios policiales ahora procesados se los indagó bajo la imputación de haber formado también parte de esa asociación destinada a cometer delitos que se habría iniciado en 1996 y extendido hasta agosto de pasado, tras una intervención judicial que permitió su desarticulación. Se les adjudicó la presunta comisión de delitos que los habría beneficiado personalmente a través del manejo irregular de los fondos de la cooperadora policial de la exsubcomisaría del barrio Guido de esta capital, en las gestiones de Pedrozo y luego de Sales secundado por Curiqueo.

Para el juez Jorge Bustamante, el comisario mayor Raúl Paolini «colaboró para que la asociación ilícita que se investiga pudiera operar sin problemas en el marco de la institución» y que esa colaboración «fue tan eficaz que bastaba el requerimiento de Sales para que Paolini cumpliera su voluntad, como por ejemplo, el traslado del personal que cuestionaba o con el cual Sales tenía problemas por sus reclamos». Añadió el magistrado que «era tan evidente la connivencia que el personal policial tenía asumido que en la Regional (cuya jefatura estaba a cargo Paolini) se paraba todo o hacían oídos sordos, y quien reclamaba podía ser trasladado a la alcaidía, hecho éste que se evidencia como un castigo». Destacó que Paolini había sido advertido por su superior, el comisario general Domingo Ramírez, entonces director de Seguridad, sobre el accionar de Sales. Ramírez señaló que además comprobó que el oficial principal detenido informaba a Paolini datos erróneos sobre el nivel delictivo en la exsubcomisaría.

Gorostarzu fue procesado por haberse valido de su función como secretario General de la Jefatura para ordenar la afectación de personal policial para que le consiguieran a sus hijos entradas a un boliche viedmense, constituyendo esto un daño al erario público ya que en lugar de estar prestando servicio el policía debía encargarse de conseguir esas entradas o el dinero para comprarlas.

Al suboficial Sapaiger el juez le imputó haber cobrado un adicional realizado por personal policial en una escuela de Viedma, no abonándole a quien había cumplido con el trabajo.