Procesan a Sandoval por violación a un menor

CIPOLLETTI (AC).- El juez Juan Torres procesó por violación y coacción a Orlando «El Clavo» Sandoval, el único detenido por el asesinato de la psicóloga, la bioquímica y la paciente. El hecho que se le imputa habría ocurrido a fines de mayo del año pasado en su inquilinato y la víctima sería un menor de edad. «El chico tenía miedo por eso no denunció antes», confió una fuente judicial.

Con esta nueva resolución la situación de Sandoval se complica. Para salir de la cárcel no sólo tendría que ser beneficiado con una eventual falta de mérito en la causa del triple homicidio sino también en esta nueva investigación. «Torres se aseguró de tenerlo tras las rejas para seguir la búsqueda del asesino», dijo un allegado al expediente.

Trascendió que el abuso sexual reiterado que habría padecido el menor -que por entonces tenía 17 años- habría ocurrido unos 15 días después de que Sandoval salió de la cárcel, en Rawson. La libertad la recuperó el 10 de mayo del año pasado y se estima que el hecho habría ocurrido a fines de ese mes.

Se presume que «El Clavo» habría llevado al muchacho a su propiedad, en Sucre y Gabriela Mistral del barrio Pichi Nahuel, y que allí lo habría violado en dos oportunidades.

La víctima, según afirman allegados a la causa, «por temor» se fue a vivir unos cinco o seis meses a Roca después de este episodio. Ahora ya tiene 18 años.

El caso se conoció cuando el padre del joven fue citado a declarar en la causa del triple homicidio y homicidio en grado de tentativa. El hombre le solicitó al juez Juan Torres que iniciara una causa por violación contra Sandoval «en virtud de haber violado a su hijo».

En el auto de procesamiento de Sandoval por su presunta participación primaria en la masacre, incluso otro testigo puso en conocimiento los comentarios que en el barrio circulaban en relación con el imputado: «que era violín e intentó violar a dos chiquitos, que los quiso agredir de atrás». Los padres de las víctimas no lo denunciaron.

Torres indagó a «El Clavo» la semana anterior y el lunes lo procesó y le dictó la prisión preventiva por «violación y coacción». Su abogado particular, Omar Eves Tejeda, ya se notificó y apeló la resolución.

La justicia estima que Sandoval habría invitado al joven a su propiedad, como lo habría hecho con otros muchachos a quienes también les habría ofrecido drogas, y que después abusó de él en dos oportunidades.

Una testigo declaró en la causa de la masacre que el detenido «invitaba a chicos a la casa y luego se los quería violar. Se lo pasaba todo el día drogado». A ella le contó «como una hazaña», dijo, uno de los casos. «Decía que eran tiernitos, mejor que las mujeres», expresó la testigo.

Sandoval ya había sido procesado como partícipe primario en el delito de homicidio múltiple con ensañamiento y tentativa de homicidio con ensañamiento. El juez cree que le prestó un auxilio indispensable al asesino de las tres mujeres tanto antes como durante y después del hecho, pero se desconocé por qué.

Hasta ahora nada se sabe del paradero del autor de la masacre ni de su identidad. El identikit realizado en base al relato de testigos y la observación de los álbumes de registros policiales no arrojaron nuevos elementos de interés, trascendió ayer.

Las cuatro estaban atadas, declararon los vecinos

CIPOLLETTI (AC).- Los vecinos que en la noche del jueves 23 de mayo ingresaron al laboratorio para auxiliar a las víctimas del triple homicidio, están siendo convocados por la justicia para que relaten cómo estaba el lugar apenas entraron. «Todos coinciden en que las cuatro mujeres estaban amordazadas y atadas», reveló una fuente allegada a la causa.

Varios comentarios surgieron después del hecho sobre cómo fueron halladas las cuatro víctimas. Algunos mencionaban que sólo algunas de ellas estaban maniatadas y hasta se dijo que el asesino había «apilado» los cuerpos en el interior de la sala de extracción. Pero no fue así. Algunas, por el espacio reducido de esta dependencia, sólo estaban un poco encimadas.

El autor de la masacre del laboratorio redujo a la psicóloga Carmen Marcovecchio (39), a la bioquímica Mónica García (30) y a la paciente Alejandra Carbajales (37) en la sala de extracción de sangre del laboratorio, una habitación de tan solo dos metros de ancho por tres de largo.

Después de atacarlas salvajemente a las tres, llevó allí a Ketty de Bilbao (71), la última persona en entrar a la propiedad esa trágica noche.

La mujer también fue reducida, apuñalada, herida de bala y rociada con ácido acético.

Cuando la hija de Bilbao, que esperaba a su madre afuera, vio que un hombre cerraba la puerta con llave (era el homicida) empezó a gritar desesperada. Y varios vecinos se acercaron para auxiliarla.

Uno de ellos habló con «Río Negro» al día siguiente del hecho y dijo que cuando escucharon los gritos fueron a mirar a través de las ventanas y nada extraño observaron. Cuando rompieron la abertura que daba a la sala de extracción, la única que no permitía ver hacia el interior, descubrieron el horror.

«Era rápido. Lo que veíamos manoteábamos y salíamos con las víctimas. Había tres que respiraban, una no. Me impresionó ver cómo las habían matado, cómo han sufrido. Fue espantoso», relató entonces. Dijo que los mismos vecinos les retiraron las mordazas para que respiraran.

Un psiquiatra para Bilbao

CIPOLLETTI (AC).- Por lo visto el juez Juan Torres no quiere dilatar mucho más la testimonial de la única sobreviviente de la masacre, Ketty de Bilbao. Ayer convocó a un psiquiatra de Salud Mental de Roca para que examine a la mujer de 71 años y diga si está en condiciones de declarar.

De todos modos trascendió que el juez esperará también un parte de los profesionales que atienden a Bilbao, tanto el médico clínico como el psicólogo.

La sobreviviente fue dada de alta la semana pasada y ahora se recupera en la vivienda de un familiar. Clínicamente «está bien», dijeron algunos allegados a la causa, pero se espera que el psicólogo de cabecera exprese su opinión.

Como hasta ahora el juez no habría recibido ninguna notificación del profesional que la asiste, decidió convocar al psiquiatra Walter Juárez de Salud Mental de Roca.

«Si dicen que sí, esta misma semana se le tomará declaración testimonial», se informó ayer.

Bilbao estuvo más de un mes internada en distintos centros de salud para recuperarse del ataque en el laboratorio. El asesino la apuñaló en el cuello, le disparó en la cabeza y la roció con ácido acético. Su salud mejoró pero allegados a la familia dicen que está «aterrorizada».

Los investigadores saben por comentarios de familiares que la mujer habría dicho que no podría dar detalles del asesino, pero ellos tienen sus expectativas y quieren escuchar su relato.

«El Clavo» y las tres pistas

CIPOLLETTI (AC).- Los policías que están en la investigación del triple homicidio y homicidio en grado de tentativa dicen que hay que seguir buscando al asesino en el entorno de Orlando «El Clavo» Sandoval. Aseguran que a partir de las declaraciones recepcionadas en la causa surgen tres líneas en esta misma pista: la homosexualidad, la delincuencia y la droga.

No son pocos los vecinos que hablaron de la sexualidad del detenido que fue procesado por violación. Otros declararon más sobre las personas que lo visitaban: la mayoría sujetos con antecedentes. Y también se recuerda que en una oportunidad se hizo un allanamiento en busca de droga en esa propiedad, aunque no era a él a quien buscaban. Sí dicen que «se lo pasaba drogado».