Procesaron a una propietaria por la muerte de su inquilina y los hijos

En agosto del año pasado fallecieron en Bariloche por haber inhalado monóxido de carbono. El juez de instrucción Bernardo Campana procesó a la dueña del departamento donde ocurrió la tragedia por el delito de homicidio culposo agravado.

Claudia Ocampo había llegado a finales de 2014 a Bariloche dispuesta a cambiar su suerte con sus dos hijos pequeños. Su madre murió cuando era una niña y su padre falleció siendo una adolescente. Tuvo que luchar sola en su Formosa natal para criar a sus dos hijos. Los primeros meses en esta ciudad fueron complicados. Hasta que consiguió trabajo como vendedora de café en la calle y pudo mudarse con sus pequeños a una sencilla vivienda en la calle Rivadavia al 1700. Estaba feliz.

La noche del 19 de agosto de 2015, Claudia se despidió como todas las noches de Maximiliano y Naiara. Nunca más despertaron. A la mañana siguiente, los tres fueron hallados muertos por haber inhalado monóxido de carbono. Fue una muerte silenciosa. Claudia tenía 24 años y sus hijos 6 y 3.

La causa penal por la muerte de Claudia y sus dos pequeños transcurrió durante casi 16 meses sin hacer demasiado ruido. Ayer, desde el Poder Judicial informaron que el juez de Instrucción Bernardo Campana procesó –sin prisión preventiva– a la dueña del departamento donde ocurrió la tragedia por el delito de homicidio culposo agravado por ser más de dos las víctimas fatales.

Advirtió en su fallo que las víctimas fallecieron “por asfixia debido a inhalación de monóxido de carbono y ello vincula directamente con el estado precario del calefactor y la conexión ilícita de gas al departamento alquilado por las víctimas”.

El juez valoró el testimonio de hermana de la víctima. La mujer declaró que le hizo un reclamo a la dueña por desperfectos en el calefactor y el horno, pero obtuvo como respuesta: “Bueno, a mí también se me apaga el calefactor”.

Campana consideró que la mujer procesada “no podía desconocer de modo alguno los desperfectos en la vivienda, que la conexión no estaba habilitada, máxime cuando era ella quien recibía los reclamos y quien cobraba los alquileres a los inquilinos”.

Indicó que los informes de Camuzzi y del perito gasista concluyeron que los desperfectos en los tres artefactos (termotanque, cocina y calefactor) existentes en la vivienda donde vivían las víctimas eran alarmantes.

La vivienda no contaba con la colocación obligatoria de rejillas inferior de aporte de oxigeno y superior para evacuación de gases. El calefactor tenía colocado un envase de chapa en la salida de los gases y no tenía su cámara de combustión fijada a la carcasa del calefactor ni al caño de ingreso de oxigeno.

“Y hasta se observó que la tapa de acceso del calefactor está separada de la cámara en la parte inferior izquierda, quedando una línea de separación de unos 3 o 4 milímetros todo lo cual daba como resultado la emanación de monóxido de carbono al interior del hogar”, indicó el juez.

Dato

El caso

Claudia Ocampo y sus hijos Maximiliano y Naiara fallecieron el 20 de agosto de 2015 en una vivienda ubicada en Rivadavia al 1700.

El fiscal consignó en la imputación que la acusada no tuvo el deber de cuidado respecto a la instalación del suministro de gas. Se pudo determinar que la instalación era “clandestina”, que el conducto de ventilación del termotanque no descargaba los gases de combustión hacia el exterior, sino hacia adentro.

Datos

6 y 3 años
tenían los hijos de Claudia (24), quien había llegado unos meses antes desde Formosa.

Claudia Ocampo había llegado a finales de 2014 a Bariloche dispuesta a cambiar su suerte con sus dos hijos pequeños. Su madre murió cuando era una niña y su padre falleció siendo una adolescente. Tuvo que luchar sola en su Formosa natal para criar a sus dos hijos. Los primeros meses en esta ciudad fueron complicados. Hasta que consiguió trabajo como vendedora de café en la calle y pudo mudarse con sus pequeños a una sencilla vivienda en la calle Rivadavia al 1700. Estaba feliz.

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