Productores salieron a reclamar precio para la fruta

CIPOLLETTI-ALLEN (AC-AA).- Una nueva jornada de «protesta frutícola» volvió a vivirse ayer en las ciudades de Cipolletti y Allen, de la mano de un grupo de chacareros -alejados de la Federación de Productores- que impulsa el pedido de un precio mínimo garantido para su fruta y medidas de apoyo al sector por parte de los gobiernos provincial y nacional.

En la localidad cipoleña, tal como lo había anticipado, por respeto a los ámbitos institucionales de la Cámara de Productores Agrícolas local y de la Federación de Productores, el intendente Alberto Weretilneck siguió con su agenda en una reunión en un asentamiento universitario y no atendió a la bulliciosa delegación de chacareros «rebeldes», con Carlos Carrascós a la cabeza, que llegó al mediodía de ayer al municipio con la intención de entregarle el mismo petitorio que ya habían dejado en manos de los jefes comunales de campo Grande, Cordero y Cinco Saltos.

En tanto en Allen, una gruesa fila de integrantes de la cámara local, sacó sus tractores, autos y camionetas por la ciudad -al igual que ocurrió el lunes- y se movilizaron hasta el Concejo Deliberante, primero, y a la secretaría de Fruticultura ubicada sobre la ruta nacional 22, luego, para entregar un petitorio con sus reclamos principales y solicitar una reunión urgente en Allen con autoridades provinciales, diputados y senadores nacionales para tratar la situación frutícola actual.

En la sede de Fruticultura, los productores permanecieron con sus tractores apostados a la vera de la ruta 22 -desde el mediodía y hasta pasadas las 16- y debieron conformarse con ser atendidos por el director del área, Roberto Avellá, ya que el secretario Jorge Chiófalo no se encontraba en la región.

En tanto, los autoconvocados de Cipolletti debieron marcharse sin ser recibidos por Weretilneck. «Lo vamos a hacer responsable si a mediados de enero la fruta to

davía no tiene precio y aparte si siguen los pésimos precios de las jugueras», le dijo Carrascós a la secretaria privada de Weretilneck, Isabel Widder, quien les comunicó «in voce» la posición del intendente.

«¡Qué bonito, eh! ¿Nosotros no somos vecinos ni productores como los de la cámara y de la federación?», descargó con bronca uno de los «rebeldes», José Rossi.

Los chacareros, con el apoyo de Mujeres en Lucha –estaba Andrea Lúpori– llegaron en 12 tractores y otros tantos camiones, autos y camionetas con mucho ruido, a bocinazo puro. Estuvieron casi una hora con los vehículos parados, de a ratos en doble fila.

Los acompañó el responsable del municipio de Campo Grande, Ariel Rivero, uno de los puntales del senador Miguel Pichetto en la zona para su candidatura a gobernador en el 2007, quien dijo que el reclamo de los chacareros «es justo», que «no hay respuestas ni del gobierno provincial ni del nacional», y que la Federación que preside Eduardo Artero «no se ha hecho eco de los reclamos».

Carrascós fue recibido por Hugo Hormazabal, un operador de buena cintura para situaciones bravas. Pasado el primer filtro, lo atendió, siempre en el vestíbulo, Widder, pero el dirigente de los «Autoconvocados» no le quiso dejar el petitorio. «Bueno, él recibe a quien quiere. Pero le aclaro que representa a todos, y aquí no está. Lo hacemos responsable si para enero la fruta no tiene precio», se despachó.