‘Programa Regional de Madurez’, una valiosa herramienta

Permite determinar de manera objetiva la primera fecha de cosecha de peras y manzanas. Esto protege al consumidor y consolida una imagen “país-región” positiva en el mundo.

Redacción

Por Redacción

Por Adrián Colodner – Gabriela Calvo (INTA Alto Valle)

Históricamente, la fecha de iniciación de la cosecha de las distintas variedades de pera y manzana de las zonas de Alto Valle y Valle Medio eran establecidas por el SENASA a través de un calendario de cosecha fijo. El calendario quedaba determinado por la fecha de plena floración de la temporada y la edad del fruto histórico para cada variedad (días transcurridos desde plena floración hasta la aptitud de cosecha en función de un promedio de más de 20 años). Este calendario resultaba muy útil para prever la organización de la temporada, pero no consideraba las condiciones particulares para cada año.
Existe una influencia muy notable de las condiciones climáticas durante el desarrollo del fruto, especialmente durante las seis semanas inmediatas anteriores a la cosecha.
Estas posibles variaciones pueden provocar discrepancias entre los calendarios fijos y el estado de madurez apropiado para la cosecha de las distintas variedades, determinando la necesidad de modificar las fechas de cosecha.
A partir del año 1993 se implementó el Programa Regional de Madurez, para la adecuación de las fechas de cosecha a las condiciones particulares de cada temporada, cumpliendo con el estado de madurez mínimo requeridos para la cosecha.

El Programa de Madurez permite la articulación con los principales actores de poscosecha de la Región. Está gestionado por el Grupo de Poscosecha del INTA Alto Valle, y el Organismo de aplicación es el SENASA.


El Programa Regional de Madurez permite determinar “la primera fecha aceptable de cosecha” de peras y manzanas. Nace como una herramienta para el sector frutícola de los valles irrigados del norte de la Patagonia, pues brinda información objetiva al organismo de aplicación (SENASA) para ajustar las fechas en que la fruta debe cosecharse.
Definir estas fechas implica que la fruta no se puede cosechar antes del día establecido. Esta medida protege al consumidor, porque evita la compra de productos que no presenten la madurez adecuada para su consumo y, técnicamente, determina el momento a partir del cual el fruto posee los parámetros que garantizan la madurez fisiológica que le permite tener un comportamiento de poscosecha adecuado para su comercialización inmediata o durante la conservación.
El concepto de “primer fecha aceptable de cosecha” resulta muy importante. Aunque esté autorizada la cosecha para una variedad, no significa que todos los lotes se encuentren con las condiciones óptimas para el inicio de la cosecha, sino que en la mayoría de los lotes se puede comenzar con la recolección.
Existen parcelas de una misma variedad que por diferencias en el portainjerto, tipo de suelo, conducción o ubicación geográfica, pueden diferir de los valores promedios obtenidos de los muestreos realizados por el Programa.
El Programa de Madurez permite la articulación con los principales actores de poscosecha de la Región. Está gestionado por el Grupo de Poscosecha del INTA Alto Valle, y el Organismo de aplicación es el SENASA.
Actualmente el Programa funciona con la coordinación técnica y operativa a cargo del área de Poscosecha de la INTA Alto Valle y la participación de organismos públicos y del sector privado. Se conformó la Comisión Regional Patagonia, integrada por representantes del INTA, CAFI, Secretaria de Fruticultura de Río Negro, Federación de Productores, Facultad de Agronomía, CPIA, Ministerio de la Producción de Neuquén y SENASA.
Como en años anteriores, esta Comisión promueve un ámbito de discusión para todos los integrantes del sector frutícola regional y es la encargada de analizar los datos de los muestreos realizados semanalmente sobre las distintas variedades de pera y manzana durante el periodo de cosecha.
Los muestreos se realizan semanalmente y están a cargo de los técnicos de la Secretaria de Fruticultura, de las Agencias de Extensión del INTA y las empresas empacadoras. En todos los casos, las determinaciones de los índices de madurez se realizan en el laboratorio de Poscosecha del INTA.
Sobre la base de los resultados, se informa el estado de madurez de las distintas variedades muestreadas, como así también sobre aspectos propios de la temporada que faciliten la toma de decisiones a los integrantes del sector. En caso de que se observe un estado de madurez anticipada de alguna variedad respecto de la fecha establecida en el calendario tentativo, se solicita a SENASA un adelanto de la fecha de cosecha. Una vez que este organismo lo aprueba, se informa a través de los medios de comunicación, de la misma manera que el calendario tentativo.
La comunicación se realiza por medio de informes semanales enviados por el INTA Alto Valle, como así también en diarios y programas de televisión de fruticultura regionales que difunden la actividad realizada.

Dato

1993
El año en que se implementó el Programa Regional de Madurez.

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