Promúsica de Rosario encantó a grandes y chicos

SAN CARLOS DE BARILOCHE .- Con el recuerdo de las Primaveras Musicales en el ambiente y ante numeroso público, el conjunto Pro Música de Rosario brindó un hermoso concierto de música antigua centrado en una recopilación de Las Músicas de los Caminos de Santiago (siglos XII y XIII), del Renacimiento español y la Colonial hispanoamericana.

Fundada en 1962 por su actual director, Cristian Hernández Larguía, la agrupación centró la actividad de los primeros años en la formación especializada y consolidación de un ensamble vocal e instrumental dedicado con exclusividad a la música antigua.

Los diecinueve integrantes invitaron a compartir durante la presentación nocturna el recorrido que los fieles hacen tradicionalmente por los caminos de Santiago de Compostela, la peregrinación cristiana más concurrida de la actualidad. «Más importante aún que las que los fieles realizan a Roma o Jerusalén», evaluó el director.

Durante una de las interesantes explicaciones previas acotó que durante la Edad Media la música acompañaba todas las actividades humanas. Como peculiaridad mencionó el rescate que hiciera de las composiciones de la época el rey de Castilla y León, Alfonso X El Sabio, «persona que merecería una audición completa».

El compacto «Los Caminos…» que el grupo grabó hace un par de años «es uno de los que más éxito han tenido, particularmente en Europa, tan es así que tenemos la posibilidad de hacer una edición europea».

Entre los sucesos más importantes para la agrupación durante el último período mencionó una serie de conciertos de música inglesa e italiana, «programas totalmente distintos, es decir, sin repetición de obras, y el premio Kónex. Yo lo había recibido en el '89 y el conjunto lo recibe ahora lo que es importante dado que el premio es otorgado en Buenos Aires y los del interior estamos un poco lejos».

Director del Pro Música Antigua y la Orquesta del Cámara, Hernández Larguía tiene a su cargo también el coro estable de Rosario desde 1946. «Fuimos de los primeros en venir al Cámping Musical cuando estaba cerca del puente en el lago Moreno y los músicos vivían en carpas», rememoró. Luego fueron sucediéndose las visitas en el marco de las Primaveras Musicales de la década del 80, cuando el intendente electo Atilio Feudal -presente durante el concierto del lunes- era presidente del Ente Provincial de Turismo.

También recordó la oportunidad en que ofrecieron una serenata al presidente estadounidense Dwight Eisenhower, hospedado en el hotel Llao Llao durante su visita en febrero de 1960, y un posterior concierto brindado al primer mandatario de aquel país y al presidente Arturo Frondizi.

Los integrantes del Pro Música «hacen esto porque les gusta. Ellos pagan por estar. Todos pertenecen a la Asociación y abonan una cuota mensual, eso hace que sea un trabajo en equipo. Como tienen intereses comunes la cosa resulta más vital tiene más empuje», valoró.

Contrariamente a lo que puede pensarse cuando se los escucha, «no son músicos profesionales. Muchos no saben música, particularmente los cantantes. Incluso en alguna época hubo instrumentistas que tocaban de oído. Ultimamente no, porque la cosa fue complicándose», dijo.

Un concierto especial

Ayer por la mañana el gimnasio municipal fue invadido por cientos de chicos que acudieron a un concierto extraordinario. Allí pudieron participar activamente de un encuentro con la música y familiarizarse con instrumentos para algunos desconocidos.

El Pro Música Niños, vastamente conocido, recibió mientras ingresaba al salón el saludo de los niños barilochenses que cantaron el Feliz Cumpleaños por los treinta años de la agrupación. Luego las mismas voces blancas acompañaron las distintas canciones y siguieron con atención las explicaciones sobre los instrumentos musicales.

Muy lejos estaban de imaginar el trabajo que demanda la preparación del repertorio. «Hay dos o tres personas que seleccionan el material. A esa preselección sigue otra», explicó Hernández Larguía.

Como grupo persigue distintos objetivos: hacer escuchar música a los chicos y hacerlos participar para que practiquen ritmos o ejerciten el oído haciéndoles escuchar melodías y que las repitan mediante juegos musicales.

«El aspecto didáctico es muy elaborado y la elaboración muy lenta. Después de hacer los arreglos y encontrar las melodías comienzan las pruebas. Es un trabajo especializado y lleva mucho tiempo y sacrificio. Una vez armada la obra no hay más que repetirla pero detrás del espectáculo hay mucho trabajo», sostuvo.

Los organizadores de la Semana Musical no podían ocultar la satisfacción que les producía la presencia de los chicos a pesar de que en su mayoría pertenecían a establecimientos educacionales privados. La crítica situación por la que atraviesan las comunidades educativas del ámbito estatal determinaron que no estuvieran presentes aquellos chicos que no disfrutan del derecho de asistir a clases.

Los espectáculos didáctico musicales están a cargo de un grupo de integrantes del Conjunto que inició sus actividades en 1969. Los conciertos consisten en cuentos musicales y juegos didáctico musicales, canto y apreciación activa de distintos tipos de obras musicales sencillas. Su repertorio está integrado por canciones nacionales y universales, tradicionales o no, folclóricas y populares así como por obras vocales e instrumentales de la Edad Media y el renacimiento.

La platea infantil comenzó a manifestar su interés por la propuesta desde el inicio, cuando los músicos ingresaron tocando sus instrumentos.