A quién no le gustaría tener una cava como ésta

FOTOS. JOAQUÍN PORTELA

“… para nosotros era increíblemente importante inducir a la gente a moverse libremente, a su aire, en una atmósfera de seducción y no de conducción. Los pasillos de un hospital conducen a la gente pero también pueden seducirla dejándola libre, permitiéndole pasear pausadamente y esto toma forma de lo que nosotros, los arquitectos, podemos hacer; en ocasiones lograrlo tiene un poco que ver con la escenografía…”.

Peter Zumthor, atmósferas.

La cita reciente logra definir de forma clara y precisa la estrategia proyectual que caracteriza a la Cava Erizo, ubicada en San Isidro, provincia de Buenos Aires.

“El objetivo central del proyecto era considerarlo por sobre todo, como una estrategia experiencial. El espacio se constituye y conforma como tal a partir de la experiencia, de lo fenoménico que juega de diferentes maneras a través de la forma racionalmente proyectada”, comentan los arquitectos Lucía Hollman y Agustín Moscato, artífices de la obra.

A priori la Cava Erizo se pensó como un espacio singular, destinado, la mayoría de las veces, a almacenar vinos y albergar a un total de ocho comensales y otras veces como espacio de taller para quienes trabajan en Alos Bistró.

Por lo tanto, la elección del material fue determinante para definir el carácter expresivo de la totalidad de la obra, que debía contener no sólo los aspectos técnicos son también los estéticos en una superficie de tan sólo 15 m².

La madera como material noble juega un papel importante desde lo simbólico a través de la cocina, con el vino y se manifiesta en una doble expresión. La primera, en relación a su función principal, que es la de sostener al vino, servirle de apoyo, de repisa inclusive y hasta conformar cada uno de los revestimientos. Por otro lado, se encuentra la seducción del material que juega desde diversas interpretaciones a partir de un espacio tan acotado. Allí, empiezan a destacarse las variaciones de luz y sombras, los distintos contrastes que se dan en el transcurso del día y la noche, dentro de una atmósfera que se centra en la mesa y los comensales.

Tendencias

* Una cava excede el simple hecho de ser un sitio para almacenar. Una cava es la estancia, la posibilidad de permanecer, de forma individual o compartida, bebiendo, conversando o escuchando música, adueñándose del espacio como si se tratara de un refugio y apelando al uso de todos los sentidos.

* Se pretende lograr una atmósfera cálida con materiales como la madera y otros que aportan rusticidad como el hierro, la chapa y la piedra, todos nobles y al natural.

* Hasta hace poco la mayoría de los vinos de las cartas de los restaurantes eran marcas “conocidas” y habituales nombres para los clientes. Ahora no es tan así. Muy pocas marcas suenan como referencias identificables de inmediato.

¿Por qué pasa esto? Los vinos de nuevas marcas irrumpen con fuerza en el mercado. Etiquetas creativas y sorprendentes, nombres alucinantes, combinaciones de uvas diferentes y una vinificación atractiva. Ingredientes todos ellos que necesitan nuevos espacios para ser conocidos. Un sitio como Cava Erizo reúne estas condiciones. Nada agobia, todo fluye: el diseño y la arquitectura, en este sentido, es determinante.

* La iluminación de la bodega debe ser poco intensa. Mucha luz podría hacer que tus vinos envejezcan prematuramente. Además, las fuentes de luz deben estar alejadas de las botellas para evitar que estas se calienten.

* El almacenamiento de cada vino suele ser especial. Por ejemplo, los vinos espumosos deben ir de manera vertical, para evitar que se concentre la presión en el tapón y este se mueva.

Los vinos no espumosos: es altamente recomendable almacenarlos de manera horizontal para que el vino esté en contacto con la madera del corcho y este no se seque.

* La temperatura es un factor muy importante para que tu bodega funcione a la perfección y conserves los vinos con muy buena calidad. La evolución de los caldos será realmente lenta y muy favorable si se logra tener continuidad y constancia en las condiciones ambientales de la cava.

Lo óptimo será lograr una oscilación mínima de temperatura entre los 12°C y los 14°C de esta forma tu bodega estará perfectamente aclimatada para preservar esas preciosas botellas que tanto te emociona conservar y coleccionar.

Ficha técnica

Autores: Lucía Hollman y Agustín Moscato

Colaboradores: Leandro Taboada, Marcos Batistela, Fernando Rosa (diseño industrial y construcción integral), Francisco Rosales (mobiliario), Juan Pablo Causse (electricidad e iluminación), Camila Lapido (sommelier) y Alejandro Feraud (chef).

Superficie: 120 m²

Ampliación: 15 m² construidos

Año: 2018

Fotografía: Joaquín Portela

La arquitectura y el diseño inspirados en el vino ofrecen creaciones maravillosas, tanto en bodegas, restaurantes, como en casas privadas, justas para el disfrute.